El valor que promedia el litro de nafta en todo el planeta es de 1.35 dólares. Nuestro país se encuentra 4 centavos por debajo de esa marca pese a los últimos ajustes registrados en el surtidor. No obstante es el segundo más caro de la región en precios de los combustibles.
Los reiterados y sucesivos aumentos aplicados a los valores de los combustibles luego de que el Gobierno decretara una disminución del 5 por ciento a consecuencia de la caída de la cotización del barril de crudo, no alteraron sustancialmente el posicionamiento de nuestro país en el ranking mundial de precios.
Según detalla el medio especializadoGlobalprices.com, Argentina se mantiene por debajo del promedio internacional que actualmente su ubica en 1.35 dólares el litro. De acuerdo a este relevamiento, entre enero y abril las naftas locales se pagaron a un valor medio de 1.31 de esa moneda.
No obstante, los actuales importes de los combustibles en el surtidor posicionan a nuestro país como el segundo más caro de la región tras Uruguay. En tercer lugar se encuentra Paraguay y un poco más atrás, Chile y Brasil.
El informe destaca a Noruega como la nación más cara del planeta, seguida por Hong Kong y los países bajos. La primera con precios que rondan los dos dólares, en tanto que las restantes con algunos centavos menos. Venezuela, con el litro a 0.02 dólares es el país más barato, en tanto que Libia, Arabia Saudita, Argelia, Kuwait, Qatar, Bahrein, Omán, Sudán, Irán y Turkmenistán, completan la lista de los más convenientes.
Salvo estos casos, no existe diferencia sustancial en estos precios entre los distintos países. Como regla general, los más ricos tienen los precios más altos, mientras que los más pobres y los países que producen y exportan petróleo tienen precios significativamente más bajos. La excepción es los EE.UU., un país económicamente avanzado que se instala entre los menos costosos.
Globalprices.com destaca que todos los países tienen acceso a los mismos precios del petróleo en los mercados internacionales, pero a consecuencia de los impuestos, impactan de diferente modo en sus economías. En algunos casos, como en Venezuela, el gobierno los subsidia para que sean casi imperceptibles al bolsillo de los automovilistas.
