Admiten que bajó a la mitad el desabastecimiento de combustibles

La escasez de naftas y gasoil, tan recurrente durante años anteriores, se redujo considerablemente este año en todas las estaciones de servicios del país, en especial a partir de la nacionalización de YPF. “Es el resultado de nuestro esfuerzo”, afirmó el presidente de la compañía

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Muchos factores hicieron que el desabastecimiento de naftas y gasoil sea una constante desde hace varios años en la Argentina. Las estadísticas dan cuenta de esa situación: en 2010 se vendió casi la misma nafta que 15 años atrás (6.500 millones de litros), pero en 1995, el conglomerado automotor estaba integrado por cinco millones de vehículos. Hoy, nuclea al doble.

El déficit del parque refinador provocó un sinnúmero de inconvenientes para los consumidores y un gran rojo para las cuentas fiscales. Según las previsiones de los especialistas energéticos la importación de combustibles, indispensable para suplir los faltantes, arrojará este año un desbalance de 7.000 millones de dólares.

Los pronósticos sin embargo, cambiaron abruptamente a partir de la nacionalización de YPF. La escasez de naftas y gasoil, tan recurrente durante años anteriores, se redujo en todas las estaciones de servicios del país al punto de que ya no hay colas frente a los surtidores, tal como alabó la presidenta Cristina Fernández durante la inauguración del primer pozo de petróleo no convencional en la provincia de Chubut.

El acto deparó algunas precisiones muy interesantes respecto al suministro de combustibles en boca del propio CEO de la compañía Miguel Galuccio. Afirmó que este corto lapso de tiempo desde que asumió al frente de la petrolera, se logró frenar el declino (record anual histórico producción de naftas:3.907.000 m3) y que 2013 será un año de crecimiento.

Lo avaló con una proyección de 4 por ciento en la producción de productos por encima de lo sucedido cuando la empresa estaba al mando de Repsol y una mejora del 3.3 de crudo procesado en las refinerías YPF, que derivará en una drástica reducción de las importaciones. “La demanda de naftas en nuestras estaciones de servicio creció un 7,7 por ciento”, resumió Galuccio. “Es el resultado de nuestro esfuerzo”, expresó con orgullo.

La paradoja es que mientras el consumo se expande cada vez hay menos estaciones independientes por falta de competitividad. Según un informe de Cecha, de contar con 6.157 estaciones en 2001 para abastecer a seis millones de vehículos, se pasó a fines de 2012 a 3.800 bocas para diez millones de vehículos que son los que actualmente circulan por el país. Y se estima que este año, la cantidad seguirá en baja.

El mayor problema que afronta el sector es que un 43 por ciento de las empresas despacha menos de 200.000 litros diarios, la escala mínima para poder competir en el mercado. De ahí que casi la mitad de las estaciones estén en riesgo de cerrar sus surtidores.

(Fuente: Surtidores)