La modalidad de venta desvela a los operadores y genera un debate profundo sobre el objetivo central de la actividad de las Estaciones de Servicio. En ese sentido, expertos coincidieron en la necesidad de unificar para todas las banderas el sistema de “compra-venta”.
Los impulsores del Proyecto de Ley de Comercialización de Combustibles trabajan para mantener vigente el interés de los diputados nacionales por emitir finalmente un dictamen que permita debatir el tema en el recinto de sesiones una vez sorteado el calendario electoral.
En ese sentido, la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines de la Argentina, aprovecha sus reuniones mensuales para compartir las experiencias que cada dirigente aporta desde sus respectivas regiones y profundiza el análisis de la iniciativa con diversos especialistas.
Tal es el caso de la exposición que la semana pasada realizara el Ex Subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar, que tuvo su eje de discusión en la modalidad de venta minorista de combustibles, donde los presentes coincidieron en la necesidad de unificar para todas las expendedoras de las diferentes banderas la “compra-venta”, en lugar de la cuestionada “consignación”.
“La Ley dice que el precio de venta al surtidor está liberado y deberíamos tender a imitar la práctica de las estaciones de GNC, las cuales se manejan con independencia para fijar el precio al consumidor”, coincidieron los presentes.
Esta situación afecta principalmente a los operadores de YPF, que deben asumir como los demás colegas de la competencia, los costos de las obligaciones de seguridad e higiene, márketing, sueldos de los empleados, mantenimiento del negocio y otros gastos para cumplir con las exigencias de la Petrolera Estatal, pero que al momento de fijar un precio que les permita una rentabilidad razonable, se ven impedidos de hacerlo, ya que la compañía fija los valores desde su sede central.
Vale destacar que los pymes de las redes minoristas de las demás banderas, se rigen por el sistema de reventa, lo cual les permite un margen de referencia que de aplicarse de manera correcta, puede mejorar la rentabilidad de estos empresarios.
En el debate, el ex funcionario intentó desmitificar el hecho de que la modalidad de compra-venta, vaya a provocar una “disparada de precios al consumidor” y abogó por defender a las pymes del abuso de posición dominante de las petroleras.
Para ello, Folgar coincidió con los directivos de CECHA, en la importancia de la Ley de Comercialización, ya que contribuirá, a su entender, a la protección del trabajo genuino que a través de distintas generaciones brindan las empresas familiares que se dedican en cada zona del país a vender combustible.
“Es preciso definir junto a las autoridades del gobierno, qué tipo de industria queremos para nuestro país”, se planteó y agregó finalmente que “hay dos caminos para tomar. Uno pasa por dejar el negocio de la comercialización en manos del Estado que se apropie de los recursos que generan los estacioneros o de las multinacionales que absorban las ganancias, o por el contrario, que sean las Pymes locales quienes puedan ver crecer su negocio para reinvertir los beneficios y seguir creciendo”.
De esta forma el debate cerró con un concepto principal: “¿Los estacioneros independientes cargan con los riesgos, los costos de mantenimiento y las inversiones, para ser los dueños de sus negocios o para transformarse en simples gerentes de las petroleras?”.