La situación afecta a las estaciones de servicio del norte del país, que es donde la petrolera tiene concentrada su participación en el mercado. La necesidad de inversión que presentan los pozos petroleros de Salta podría desinteresar a los capitales que analizan comprar las acciones que Petrobras puso en venta
Semanas atrás, Hugo Vismara, Gerente de Refinor, anunció en un encuentro que mantuvo con el ministro de Gobierno de Salta, Julio César Loutaif, inversiones por 4 millones de dólares para la construcción de una planta compresora en el poliducto de Metán, además de otras obras en las instalaciones que la compañía posee en Campo Duran, Salta.
“Con esta planta funcionando estaremos produciendo 90 millones de litros de naftas en 2013, sumado a los 120 millones del año pasado», señaló en aquel momento.
Según explicó Ricardo Stella, presidente de la Cámara de Expendedores de Salta, “la refinería de Refinor está trabajando a la mitad de su capacidad de producción por escasez de materia prima”. El agotamiento de los pozos en la región dejó a la empresa sin crudo para procesar y traer el petróleo desde otras zonas más alejadas no es rentable debido al costo que se agrega por flete. La provincia no tiene salida al mar y tampoco dispone de un río que conecte directo con las plantas de distribución.
Mientras tanto, Petrobras, que posee parte de las acciones de la firma, puso en venta su participación, al igual que con otros activos que dispone en nuestro país, como la red de 300 estaciones de servicio y la planta de Bahía Blanca.
Stella supone que esta capacidad limitada para procesar combustibles que afecta a la compañía va a ser tenida en cuenta por las empresas que actualmente suenan como las posibles candidatas a hacerse de las acciones de Petrobras.
YPF, una de las petroleras que podría realizar una oferta, es la propietaria mayoritaria de la firma y conoce bien de cerca la realidad de la empresa. Otras, como Pluspetrol, tienen experiencia en exploración de hidrocarburos, pero aún no opera en el Downstream, al menos en la plaza local.
Frente a este panorama, Stella analiza que “las compañías que están interesadas van a tener que poner en la balanza que cantidad de reservas cuenta la empresa para seguir produciendo, que posibilidades tiene de mejorar la producción, el capital que se necesita para optimizar los recursos y extraer más crudo”, entre otras cuestiones.