El ex Secretario de Energía, Daniel Montamat, opinó que los valores de los combustibles trepan por la urgencia de la petrolera estatal de sostener su flujo de inversiones. Este motivo también explica porque es la primera en mover las pizarras.
Por sexta vez en el año volvieron a trepar los precios de los combustibles. Esta vez fue 4 por ciento promedio que se suma al 7 de enero, 6 de febrero, 6.1 de marzo, 5.4 de abril y 3.8 de mayo, que en conjunto totalizan una suba anual por encima del 32 por ciento, más del doble de la inflación oficial que acumula índices cercanos al 15.
La explicación inicial se centró en los ajustes provocados por la profunda devaluación de la moneda ocurrida durante el mes de enero. El primer paso en aquella oportunidad lo tomó Shell que aplicó un escalamiento del 12 por ciento en las estaciones de la red abanderada “atento a la evolución de las distintas variables que afectan el mercado de los combustibles en la Argentina”, expresó en un comunicado, decisión que modificó días después reduciendo esa variable a la mitad.
A partir de aquel momento fue siempre YPF la que tomó la iniciativa. Según explica el ex Secretario de Energía de la Nación, Daniel Montamat, las razones se fundan en la necesidad de sostener su flujo de inversiones. “YPF depende como nunca del propio cash flow que generan sus ventas”, manifestó a surtidores.com.ar.
Lejos de imaginar que se detendrá la trepada de las pizarras, el ex funcionario pronosticó que “las subas continuarán “mientras no se despeje el acceso al financiamiento internacional y no pueda cerrar nuevos contratos con inversores estratégicos. “La empresa controlada por el Estado va a pujar por mantener los precios actualizados”, remarcó.
El contexto internacional también juega su rol en este difícil escenario. Montamat sostiene que el acceso al mercado de capitales hoy está más restringido que antes por el problema pendiente de solución con los llamados fondos buitres.
“Pero también podría especularse que YPF trata de hacerse de un colchón de ajuste ante una eventual corrección cambiaria que la obligaría de nuevo a trasladar el ajuste devaluatorio a los precios de los combustibles con las pujas políticas que ello trae aparejado”, agregó el ex Secretario. “Tal vez haya un poco de ambas cosas”, concluyó.