A través de un acuerdo con el secretario de comercio Guillermo Moreno, los supermercados congelaron sus precios hasta el 1° de abril. Las petroleras aseguran que aun no tienen noticias de que el gobierno este impulsando una medida similar en la industria hidrocarburífera pero imaginan que ese podría ser el escenario de los próximos meses
Los productos alimenticios y las naftas son quizás los indicadores más sensibles para disparar la percepción inflacionaria de los consumidores. En este sentido, el Gobierno convocó a las cadenas de supermercados para que elaboren alguna propuesta de manera que los precios no sigan alimentando el alza del costo de la vida.
La respuesta fue un congelamiento en las góndolas que durará hasta el 1° de abril. Voceros de las compañías confirmaron que esta decisión comprende a todas las cadenas Carrefour, Disco, Jumbo, Walmart, Coto, Vea y La Anónima. «Será para todo lo que está en el súper», agregaron. Desde electrodomésticos hasta productos de primera necesidad, como lácteos, verduras, frutas, panificados y artículos de limpieza.
Una decisión similar podría incluir a la industria de los combustibles. Fuentes petroleras consultadas por surtidores.com.ar afirmaron no tener conocimiento de que el Gobierno este impulsando algo por el estilo en la industria, aunque imaginan posible un escenario de ese tipo, especialmente teniendo en cuenta que el último año las naftas registraron una suba cercana al 40 por ciento.
El último incremento –de aproximadamente 6 por ciento- fue coincidente con el epílogo del año, aunque en lo que va de 2013, las pizarras no sufrieron modificaciones. Así, el valor promedio del litro de súper apenas por encima de los 4 pesos hace dos años, se sitúa actualmente alrededor de 7,50 pesos. En tanto, las Premium que costaban 5 pesos en 2010, registran un precio en los surtidores de 8 pesos, muy por encima del índice de inflación del Indec.
Mientras desde YPF se justificaron los últimos aumentos con el propósito de “acercar sus precios a los del mercado”, como parte de su plan de negocios, la firma Shell indicó en ocasión de la última variación, que “este aumento de precios responde a la decisión de trasladar el incremento de nuestros costos, afectados principalmente por la devaluación del peso, ya que nuestro principal insumo se comercializa en dólares estadounidenses, y a restablecer el equilibrio entre oferta y demanda de combustibles de nuestra marca”.
No obstante, fuentes del mercado no descartan que ante una nueva alza de precios, el Gobierno podría aplicar la rigurosidad de la ley como ocurrió en 2010 y 2011para desactivar los aumentos. Además, la presidenta Cristina Fernández advirtió meses atrás que implementará un sistema de control de precios para que las naftas y el gasoil –independientemente de la marca- tengan los mismos valores.
