Hay clientes que no depositan el pago de acuerdo a las condiciones comerciales pactadas ¿Están las estaciones de servicio en condiciones de financiar las ventas de combustibles? Ordenar las cuentas se torna vital en un contexto de recesión económica.
Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco (CECACH) advierte que “principalmente las empresas de la construcción están empezando a tener complicaciones para abonar las facturas. ¿Conviene estirar los plazos de pago? Es una evaluación que cada operador debe hacer, en base a la espalda que presenta en la cuenta bancaria.
“El último cuatrimestre fue cuando con mayor intensidad se vivió esta situación en Chaco porque hubo un déficit en el presupuesto provincial y esto retrasó la transferencia de dinero a las contratistas de obras públicas, que compran gasoil para moverse y dan cierta dinámica a las economías regionales”, explica en contacto con surtidores.com.ar.
Desde que el ritmo económico empezó a caer, ya sobre 2012, De Paoli empezó a observar un grado de “morosidad” creciente por parte de los consumidores medianos y grandes, aquellos que reciben producto en camiones y batanes de hasta 2.000 litros. “Esto obliga a los expendedores a ser cautos al momento de arriesgar o de brindar crédito”, plantea.
Y en base a experiencias anteriores, De Paoli recomienda tomar las medidas necesarias para “evitar que se judicialicen estos temas”, que luego desencadenan en costos en asesores legales, implican tiempo y generan stress. El diálogo considera que siempre es la mejor alternativa para resolver este tipo de cuestiones.
Estas sugerencias valen para las bocas de todas las marcas, pero en el caso de YPF aún más, debido a que deben abonar el combustible en forma anticipada, antes de que llegue la reposición de la petrolera. Contar con el capital suficiente es imprescindible para mantener abultados los tanques.
Lo mismo rige para los estacioneros independientes o blancos, que en general trabajan con productores agropecuarios y empresas de transporte, y suelen reclamar mejoras comerciales cuando por motivos propios del negocio no cuentan con el grado de liquidez necesario.
Una parte de la historia reciente para tener en cuenta
A comienzos de la década pasada, cuando empezaron a circular las cuasimonedas – Lecop, Patacones, etc – De Paoli cuenta que las estaciones sufrieron con mayor intensidad los rojos en las cuentas corrientes, debido a que los clientes no tenían pesos para solventar las compras. “Hubo muchos problemas con el giro comercial y las cuentas corrientes con las petroleras”, recuerda.
Aunque la situación es hoy distinta y lejana a la de 2001, prefiere pecar por precavido.