Especialistas en energía señalan que el valor de las naftas en nuestro país está próximo a los internacionales, tomando como referencia el dólar oficial, situación que podría tentar a las petroleras y empresas de otras actividades económicas a comprar productos en el exterior. Suponen que en 2013 el alza en las bocas de expendio será del 30 por ciento.
Daniel Montamat, ex Secretario de Energía de la Nación,advierte que el sector petrolero está incurriendo en un nuevo problema que hasta hace poco tiempo parecía impensado: “los precios de los combustibles van camino a alinearse con los del mercado internacional y si el dólar sigue retrasado es posible que terminemos con valores superiores a los de otros países”.
De acuerdo a un informe que elaboró la consultora que dirige, Montamat & Asociados, en base datos de mercado para el mes de septiembre, la nafta súper costaba en Uruguay $8,30, en Perú $7,30, en Chile $7,90, en Brasil $6,30, al tiempo que en Argentina se comercializaba a $6,10.
Además de que en los meses siguientes hubo nuevos ajustes en las estaciones de servicio que acercaron aún más la brecha con la región, Montamat estima que “el próximo año van a subir aproximadamente un 30 por ciento más que nada por efecto de la inflación”. En ese caso, alerta el especialista: “significa que si tenemos combustibles por encima de la paridad de importación algunos comercializadores pueden preferir comprar productos en el exterior libre de impuestos”.
Esta sería la tendencia que analiza para la plaza local por el hecho de que YPF necesita cotizar sus productos en las bocas de expendio para conseguir los 37.200 millones de dólares que prevé el plan de inversiones que presentó para los próximos cinco años.
Pese a que en su visión “los aumentos que requiere YPF condicionan la política del Gobierno de tratar de administrar precios bajos”, considera que el cumplimiento del plan “no puede ser de otra manera” que ajustando los surtidores. El éxito de la gestión del CEO de la compañía, Miguel Galuccio, depende de la utilización de recursos propios.
Además, advierte Montamat, “alcanzar la paridad de importación podría desencadenar en tensiones por fuera y dentro del sector”. En lo que respecta a la macroeconomía, las compañías de otras actividades que utilizan gran cantidad de litros de gasoil van a pedir que se les permita comprar en el extranjero, en caso de que llegue a ser más barato que el nacional.
Pero también las compañías refinadoras que operan en la plaza local, como Shell y Axion Energy, reclamarán al Gobierno que tome medidas para evitar el libre ingreso de barcos y no perder ventas. “La forma de salir de este laberinto es con otra política energética”, plantea el también ex Presidente de YPF. “Estamos hablando de distorsiones en la cadena de precios generadas por el impacto del sistema de cambio que se producen por tener entrampada la energía en el corto plazo”, critica.
(Fuente: Surtidores)