Desde mediados de junio de 2011, las naftas y gasoil que se comercializan en nuestro país contienen bajos índices de azufre en su composición, niveles que reducirán aun más dentro de tres años cuando se equiparen a las normas EURO de la Comunidad Económica Europea
Desde hace algunos años, las exigencias de los motores modernos, especialmente aquellos provenientes de los países más avanzados, apuraron la entrada en vigencia de nuevas especificaciones para los combustibles que se comercializan en nuestro país.
De este modo se crearon nuevas categorías, como el caso del Gasoil Grado 3 instaurado a partir del mes de junio de 2009, cuyo contenido máximo de azufre, según norma ASTM D 5.453, medido como partes por millón en peso (mg/kg) debía ser de 50 y desde el año pasado de 10.
Las necesidades de mercado -sustentadas en la protección del medioambiente- también han llevado a la elaboración de nuevas naftas aunque estas sin cambiar su denominación. Desde junio de 2011 la súper debe contener un máximo de azufre de 50, mientras que la Premium 10
La demanda tecnológica impondrá nuevos cambios en 2016. La nafta súper reducirá su contenido de azufre a 30 medido como partes por millón en peso (mg/kg), lo mismo que el gasoil Grado 2, valores que serán revisado en la medida que la Comunidad Económica Europea modifique dicho límite dentro de las normas EURO de especificación de combustibles.
Para proveer combustibles más limpios y ecológicos, los refinadores de petróleo deberán encarar fuertes inversiones en sus instalaciones para mejorarlas e incorporar nuevas unidades de proceso. Si bien la reglamentación de especificaciones de combustibles establece su composición, los productores locales se auto-exigen alcanzar estándares internacionales observando claramente que es lo que sucede en Estados Unidos y Europa.
Algunas petroleras anticipándose a la entrada en vigencia de las normas comenzaron a modificar sus plantas productivas. Tal el caso de Axion Energy que a fin de cumplir ese objetivo expandirá las unidades de destilación atmosférica, cracking catalítico y la hidrotratadora de nafta virgen; además de construir nuevas unidades, tales como: Coker, hidrotratadora de nafta catalítica y de diesel de alta presión y la de tratamiento de gases combustibles de refinería y recupero de azufre.
