La federación nacional que representa a los empleados de las estaciones de servicio convocó a expendedores y petroleras para discutir sobre el futuro de la actividad – en puntual de los puestos de trabajo – en un contexto de congelamiento de precios y caída de la rentabilidad. Preocupa además la exigencia del Estado con respecto al pasivo ambiental.
Carlos Acuña, Secretario General de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) está impulsando un encuentro con todos los actores que participan de la actividad: empleados, proveedores y bocas de expendio. La intención del dirigente es concretarlo antes de fin de año, aunque se está consultando su viabilidad – por la agenda de los directivos – para la próxima semana.
La invitación apunta a conocer el punto de vista de las petroleras y diferentes cámaras empresarias que representan a las estaciones de servicio – están todas invitadas – acerca del porvenir económico del sector, hoy afectado por el tope a los precios de los combustibles. Tanto las destilerías como los comercios minoristas denuncian una fuerte reducción en los márgenes de comercialización.
Por su parte, Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) adelantó que está de acuerdo con este tipo de iniciativas, por lo que garantizó su asistencia. “Nos parece interesante como herramienta para evaluar los temas más importantes”, destacó.
En estas ocasiones se pueden conocer las perspectivas de cada compañía en lo que respecta a inversiones, negocios, abastecimiento, tratamiento con la red y precios, entre otras cuestiones propias del mercado que inciden sobre toda la cadena de producción y distribución. El contacto cara a cara es siempre un potencial recurso para una posterior negociación.
Un punto que Díaz considera relevante debatir en la audiencia es el de los pasivos ambientales: “queremos conocer la opinión de las petroleras sobre el proyecto que establece generar un fondo para las remediaciones de los daños producidos al medio ambiente”, anticipó. De hecho, las refinerías también cuentan con puestos de expendio al público y sumar fuerzas en un planteo a las autoridades puede resultar exitoso en estos casos.
Por lo pronto, el esquema que proponen los estacioneros dedica algunos pocos centavos del litro de combustibles – sería el mínimo que garantice las reparaciones – a una reserva común exclusiva para ese fin. Así se evitaría que los operadores deban incurrir en nuevos gastos operativos.