Tras un miércoles histórico en el vecino país de Bolivia por el intento de golpe de Estado perpetrado por una facción de las fuerzas militares, con el ex general Juan José Zúñiga a la cabeza, el clima de tensión aún no se disipa.
Efectivos militares controlan las estaciones de servicio para evitar el desvío hacia las fronteras de Argentina, Perú y Paraguay.
La crisis económica se sigue agudizando en Bolivia y ahora se sumó la falta de combustible. Esta semana el gobierno de Luis Arce decidió desplegar militares en las estaciones de servicio ante el creciente contrabando de diésel y gasoil, productos subsidiados, hacia las fronteras de países vecinos como la Argentina, Perú y Paraguay.
La medida causó impacto en la población, que ya viene soportando un clima agitación en las calles con manifestaciones y protestas sociales por la falta de dólares y el incremento del costo de los alimentos.
Desde la semana pasada se pueden ver a efectivos militares en las estaciones de servicio en las principales ciudades del país, un hecho que en cierta medida agilizó la venta de diésel y gasoil después de varios días de largas colas para cargar combustible.
***Gran parte de la sobredemanda se debe al desvío de hidrocarburos***
El presidente Arce, que tras la militarización de las calles este miércoles, experimenta una fuerte presión social, confirmó la medida y dijo que busca fortalecer los controles en los puntos de distribución de carburantes, frente a la permanente sobredemanda.