En Mar del Plata un proyecto de ordenanza presentado por el presidente del Concejo Deliberante, Nicolás Maiorano, pretende prohibir la instalación de estaciones de servicio en el sector céntrico de la ciudad. Es una tendencia que crece en todo el país por sus consecuencias medioambientales.
Los pasivos ambientales que causan las estaciones de servicio que cesan su actividad comercial, están impulsando que muchas localidades decidan la instalación de los nuevos emprendimientos fuera del casco urbano.
Así sucedió recientemente en Mar del Plata, cuando el el presidente del Concejo Deliberante, Nicolás Maiorano propuso a través de un proyecto prohibir la radicación de estos comercios dentro del radio céntrico. “Entendemos razonables limitar la instalación de nuevas estaciones de servicio en áreas centrales de ámbito urbano, ya que por un lado se advierte que se puede considerar suficientemente abastecido dicho servicio en sus condiciones actuales, y a la vez al advertir en términos prácticos y normativos los riesgos ambientales que implican este tipo de usos, sería razonable limitar su instalación sobre áreas residenciales consolidadas y en virtud de la densidades vigentes”.
El funcionario también hizo hincapié en aspectos vinculados al tránsito vehicular. “Si bien actualmente sólo se puede instalar estaciones de servicio sobre avenidas, no hace falta explicar que algunas avenidas concentran flujo vehicular notablemente”, explicó. “Por riesgos ambientales y flujos de tránsito, es que creemos razonable evitar nuevas instalaciones de estaciones de servicio en la zona central del área urbana, considerando que los servicios existentes cubren la demanda”, exhortó en su iniciativa.
Además, el concejal pidió la creación de una mesa de trabajo conformada por integrantes del Departamento Ejecutivo y del Concejo Deliberante a los efectos de analizar la aplicación de incentivos en los indicadores urbanísticos, sobre aquellos proyectos a desarrollarse sobre lotes actualmente ocupados con el uso estaciones de servicio, que se encuentren con habilitación dada de baja o en estado de abandono.
“En los últimos años han cesado en su actividad numerosas estaciones de servicio en nuestra ciudad, y más allá de las consideraciones en términos económicos y del mercado laboral, resulta preocupante la permanencia de instalaciones abandonadas por los riesgos concretos de contaminación sobre suelo y aguas subterráneas”.
Derivaciones económicas
“Sabemos que el cumplimiento de las normas ambientales, que exigen medidas de monitoreo y/o remediación, requieren de grandes inversiones. Esto sin duda desalienta a cualquier inversor, ya que al valor de la tierra urbana deberá sumar los costos que tratar esos pasivos ambientales implica. Si no hacemos nada, siempre será más conveniente buscar un lote limpio, demoler un chalet, o buscar otras zonas de la ciudad, que intentar invertir para sustituir esas estaciones de servicio abandonadas, por nuevos usos que permitan saldar pasivos ambientales y mejorar la calidad urbana”, subrayó finalmente el edil.