Cae por la recesión la venta de combustible

Los surtidores de todo el país muestran que el letargo que traía la economía desde el kirchnerismo se profundizó en los primeros seis meses de Mauricio Macri en la Casa Rosada. Las ventas de combustibles cayeron 3,51% entre enero y junio, según números oficiales, pero el dato que mejor muestra la baja en el nivel de actividad es que el mayor tropezón lo registró el gasoil, un producto directamente relacionado con el mundo del trabajo. Ese combustible se desplomó 12,43%. Otros valores son aún más preocupantes: si bien las ventas de gasoil cayeron todos los meses, en abril anotó un llamativo retroceso del 23,14%.

El GNC, una alternativa más económica que el gasoil y también relacionada con la actividad económica (muy utilizado por taxis, remises, fletes y transportes escolares, entre otros), mostró un comportamiento similar. En el primer semestre retrocedió 5,65%, mientras que registró en junio la caída más notable del año, por encima del 13%.

Las anteriores son cifras que elaboró Cecha, la confederación que reúne a estaciones de servicio de todo el país, en base a números del Ministerio de Energía. Su presidente, Carlos Gold, dijo a LA NACION: «La baja en las ventas de gasoil indica una caída de la actividad económica. Allí no se nota aún la recuperación del campo».

El directivo también le asigna a los incrementos de precios una parte de la responsabilidad por la caída de las ventas, en especial en el caso del GNC, que después de los aumentos de gas que se aplicaron en abril saltó a $ 9 el metro cúbico en la ciudad de Buenos Aires, con un aumento del orden del 95% (si bien el Gobierno fija los valores mayoristas, cada dueño de estación de servicio puede poner el precio que quiera), donde juega también una dificultad impositiva, según observan los dueños de estaciones.
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Los números que maneja el sector indican que la conversión de equipos a GNC cayó casi 50% en el año por el menor interés de los automovilistas en ese combustible. Para debatir esas cuestiones, los dueños de estaciones de servicio se presentarán a las audiencias públicas donde se discutirá el aumento del gas, que se realizarán el 16 de este mes.

Es probable que el impacto de la suba de precios sobre las ventas de naftas y gasoil se modere en los próximos meses.

Sucede que para acercar los valores locales del crudo a los internacionales (más bajos), las empresas acordaron a principios del mes pasado congelar los precios de los combustibles por 90 días. La iniciativa fue acompañada por el Gobierno.

Gold se reunió ayer con el ministro de Energía, Juan José Aranguren. Más que hablar de la economía argentina, le planteó las dificultades propias del sector que representa. Considera que en este escenario está amenazado el futuro del 51% de las estaciones de servicio del país, que venden menos de 250.000 litros mensuales, y casi una de cada tres bocas que expenden GNC.

Un informe de Cecha marca otro punto que les preocupa a los dueños de estaciones de servicio. Sostiene que entre enero y junio de 2015 esas bocas de expendio tenían una participación de 69% en las ventas, que cayó al 65% en el mismo período de este año. «La venta directa ha ido creciendo los últimos años en desmedro de las ventas a través de estaciones», sostiene el documento.

Gold reconfirmó algo que ya sabía: debido a su pasado al frente de Shell, Aranguren sabe de combustibles «mucho más que nosotros juntos», según le repitió a LA NACION. También se llevó la atención del ministro en dos puntos: la caída de las ventas y la carga impositiva del GNC diezman las posibilidades de los dueños de los establecimientos. Con respecto al último de los temas, Aranguren intentará una reforma profunda del esquema de impuestos que pesan sobre los combustibles.

Las naftas y el gasoil muestran otros números curiosos. La venta de nafta súper se mantuvo relativamente estable, pero una parte de los automovilistas se pasaron a la premium, el producto más caro del mercado, sobre todo en el primer trimestre. En febrero, por ejemplo, ese combustible trepó más del 12%, si bien entre abril y junio también cayó.

Lo mismo pasó con el gasoil premium, cuyas ventas crecieron por encima del 15% en el segundo mes del año.

Según la interpretación de Gold, eso se debe a que «el sector más pudiente aún no fue afectado por la caída de la actividad, algo que no se se registra en la actividad productiva».

Fuente: La Nacion