Los expendedores reconocen mejoras en lo que respecta al dialogo, el trato y la manera de encarar los problemas. Sin embargo, consideran que la rentabilidad de la red se mantiene en los mismos parámetros que con Repsol, tal como lo comprueban el cierre de locales en todo el país. Detallaron los aspectos trascendentes de este primer aniversario
Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) admite que “a partir del momento en que la nueva gestión se hizo cargo de la compañía se produjo un cambio radical en lo que hace al trato con los operadores”.
Quedaron atrás las intimidaciones y valora que “se pudo apreciar una vocación de diálogo que por supuesto antes no existía”. Nota que “hay un mayor acercamiento al operador a través de las reuniones zonales que facilitan la recepción de inquietudes”.
De todas maneras, aclara que “no podemos decir lo mismo de las condiciones comerciales, cuyo núcleo central permanece intacto”. Desde su ingreso en la petrolera, el grupo Repsol se caracterizó por avanzar en la rentabilidad de las bocas de expendio imponiendo medidas en abierta contradicción con las cláusulas contractuales y prácticas comerciales vigentes en ese momento.
El dirigente recordó algunas de ellas: “el no reconocimiento del impuesto al cheque, el pago anticipado del combustible, la reducción de los stocks en las estaciones de servicio, el reintegro del capital de trabajo antes de su vencimiento o en condiciones diferentes a las pactadas, el aumento del canon de GNC y la fijación de un fee por imagen”
Cuando las nuevas autoridades se hicieron cargo de la empresa, en abril de 2012, cuenta que “desde la Confederación solicitamos que se reviertan todas estas medidas que perjudicaban seriamente a los operadores”. Después de una espera de más de tres meses, YPF anunció cambios para la red, pero se mantuvieron vigentes las cláusulas más gravosas. Por estas cuestiones, considera que “el balance de año de la actual gestión no puede ser calificado de positivo”.
En resumen, fundamentó que “la Compañía se ha negado en forma sistemática a reformular los contratos, particularmente a adecuar las comisiones a la nueva realidad, a pesar de que un importante número de estaciones de servicio no alcanzan a cubrir los costos operativos”. Desde su visión, “esto evidencia claramente que, a pesar de lo que se declama, los expendedores están lejos de ser una prioridad para la compañía”
El empresario planteó un tema que sigue sin resolverse. “Hoy YPF tiene los mejores precios del mercado, en buena medida por la utilización del sistema de consignado, lo cual le permite abaratar costos abonando comisiones muy por debajo del margen que manejan otras empresas. Si las comisiones se elevaran equiparándose con las que manejan los expendedores de otras marcas, la diferencia del precio final sería mínima”, precisa.
Así las cosas, de cara al futuro admite que “tampoco puedo ser optimista”. Mencionó que “de las conversaciones que hemos mantenido con funcionarios de la firma, nada hace prever que se esté pensando en mejorar las condiciones comerciales, en particular las comisiones que perciben los operadores”. Por el contrario, entiende que “todo apunta a sostener el sistema de consignado y las bonificaciones”.
Díaz lamenta no haber obtenido respuesta a lo largo de este año. Recientemente incluso, la entidad solicitó un incremento de las comisiones para hacer frente al aumento salarial y tampoco la bandera se hizo eco del reclamo, a pesar de lo grave que es la situación financiera de la red.
“Hoy el operador de YPF es el que más vende y el que menos gana. Esto obviamente referido a aquellos que tienen un buen volumen de venta, ya que los que están por debajo de los 300.000 litros en el mejor de los casos apenas cubren los costos operativos”, apuntó.
“Resulta insólito que la petrolera administrada por el Estado sea la que peores condiciones comerciales brinda a sus operadores”, opinó. Y agregó: “no menos insólito resulta que se siga financiando con plata de sus operadores exigiendo el pago anticipado del combustible y desligándole el impuesto al cheque, lo que implica una fuerte reducción de la comisión por la venta de naftas y gasoil”.
Así y todo, se compromete a “seguir insistiendo por todos los medios a nuestro alcance en la necesidad de reformular el contrato, particularmente la ecuación económica, a fin de que el operador tenga una rentabilidad razonable. Desde luego vamos a priorizar el diálogo aunque debemos reconocer que hasta ahora no ha servido de mucho”.