Cargar la misma nafta en distintas provincias puede acumular diferencias de hasta 3.000 pesos por año

En los precios de los combustibles, Capital Federal es el distrito más beneficiado del país. La nafta puede costar hasta un 20 por ciento menos que en Resistencia, Chaco. La disparidad tiene su justificación en la falta de competencia. Hay proyectos de Ley que buscan revertir esta situación

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“Dios es argentino pero atiende en Buenos Aires”. La frase bien podría aplicarse para graficar la situación de los precios de los combustibles en nuestro país, ya que en Capital Federal la nafta puede costar hasta un 20 por ciento menos que en algunas localidades del interior.

De acuerdo a la visión de las petroleras, las razones del abaratamiento tienen que ver fundamentalmente con los costos logísticos. Aducen que las plantas de refinación se encuentran a poca distancia de las estaciones de servicio, y ello hace que se reduzcan los gastos de flete.

Sin embargo para los especialistas la explicación dista mucho de la realidad. Ciudades como Rosario, Córdoba, Mendoza o Neuquén, también cuentan con refinerías en la periferia y sin embargo, a excepción de la provincia cuyana donde por una gestión de su Gobernador las naftas cuestan lo mismo que en Buenos Aires, el valor de pizarra es muy superior.

De acuerdo a datos provistos por la Secretaría de Energía, el precio del litro de nafta súper en una estación de servicio YPF ubicada dentro de los límites de la General Paz vale $ 6.307 mientras que en Resistencia, por el mismo producto de la misma marca se paga $ 7.221. Si se toma en consideración la nafta Premium, una boca de Shell la ofrece en Capital a $ 7.224, en tanto en la región del NOA cotiza a $ 8,70.

La diferencia se reduce a $ 0,70 en otras provincias, tal el caso de Santa Fe o Santiago del Estero, pero se vuelve a expandir en Córdoba, aunque por imperio de la tasa que el Gobierno de Juan Manuel de la Sota aplicó sobre el precio de combustibles para mejorar la infraestructura vial.

El tema preocupó hasta la presidenta Cristina Kirchner, quien se quejó por las asimetrías con el interior del país y reclamó un valor máximo para la venta al público de los combustibles líquidos. En idéntico sentido, la senadora nacional por Mendoza, Laura Montero presentó un proyecto de ley según el cual, los combustibles líquidos se pagarían menos a medida que la zona de expendio esté más alejada del puerto de Buenos Aires.

Según la legisladora, la situación actual atenta contra la igualdad de oportunidades, sobre todo porque afecta a aquellas regiones más desfavorecidas del país, como son las provincias del Norte Grande (NEA-NOA) y Cuyo. Por tanto, el proyecto busca morigerar estas diferencias en los precios de los combustibles líquidos a través de una modificatoria de la Ley 23.966 en lo que respecta a las alícuotas y los montos mínimos que se pagan en concepto de Impuesto a las Transferencias de Combustibles líquidos (ITC), según el lugar dónde se consuma el producto final.

Una propuesta similar puso a consideración el diputado Enrique Thomas quien solicitó al Poder Ejecutivo, que asegure la uniformidad del precio al consumidor final de los combustibles líquidos en las estaciones de servicio de todo el territorio de la República Argentina.
Fuente Surtidores