El referente de los empleados de estaciones de servicio advierte que no se están sumando nuevos afiliados. Aduce esta situación a la caída de la demanda de combustibles, los problemas de rentabilidad de las Pymes y al peso de las petroleras en el negocio minorista.
Carlos Acuña, Secretario General de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) asegura que la cantidad de trabajadores que prestan funciones en las bocas de expendio se mantiene invariante desde hace tiempo, con suspensiones, altas y despidos, en valores normales. “No hay demanda en el mercado laboral”, sostiene.
De hecho, de acuerdo a datos de las cámaras empresarias tampoco se están construyendo nuevos locales, salvo casos puntuales de algunas provincias que avanzan con puestos de carga de GNC, a pesar del espectacular crecimiento del parque automotor de los últimos años.
En la opinión de Acuña, es por cómo está compuesto el negocio que no crecen los puestos de trabajo, siendo que los proveedores de combustibles, sumando los comercios minoristas que son de su propiedad, más las ventas directas a empresas de transporte y del agro, manejan más del 50 por ciento de los despachos globales a nivel país.
Por eso, pone las expectativas en el nuevo proyecto de ley que plantea regular la comercialización de naftas y gasoil al público. “Se va a poder recuperar el empleo porque las empresas Pymes van a tener más ventas”, sostiene. Allí están todas las fichas puestas por el sindicato.
También para impedir que en un futuro haya nuevas pérdidas, el gremio incorporó en el texto del ante-proyecto de ley la prohibición de que las estaciones puedan adoptar el sistema de auto-servicio, como ocurre en algunos países desarrollados. Se planteó en base a los riesgos que genera la manipulación de un producto inflamable, y por lo tanto peligroso, para las personas que no conocen las medidas de seguridad básicas.
De todos modos, Acuña asegura estar en alerta, siempre atento a lo que pueda venir. En caso de que haya despidos en forma masiva asegura que se van a evaluar medidas de fuerza, como ocurrió en años anteriores cuando el sector sufrió la peor crisis de su historia.
Por el momento, los expendedores de combustibles traen tranquilidad y aclaran que no están analizando rebajar los costos a partir de bajas de personal. El objetivo es lograr mejoras comerciales y aumentos de la rentabilidad por parte de las petroleras.
