Expendedores consultados por surtidores.com.ar sostuvieron que los últimos días del mes se produce una notable reducción en la demanda de naftas y gasoil. Aseguran que también se paga menos en efectivo y que crece exponencialmente el uso de las tarjetas.
Lejos de ser una conducta uniforme, la demanda de combustibles en las estaciones de servicio está férreamente ligada a los designios del bolsillo. Así al menos lo advierten los expendedores, quienes aseguran que la demanda de naftas cae de manera considerable a partir de los últimos días de cada mes.
Según apuntan lo que se modifica es la modalidad de consumo de los automovilistas, que cargan menos a medida que se les va agotando el sueldo. “Durante la primer quincena llenan el tanque pero después van racionando la carga de a $50 o de a $100”, señalan. “Eso explica el porqué las estaciones de servicio estén siempre llenas aunque la realidad sea bien distinta”, manifiestan.
“La demanda se contrae en los últimos diez días del mes producto del menor poder adquisitivo” puntualiza el presidente de AES Formosa, Ángel Bigatti. “Los sueldos son una sábana corta que cada vez alcanzan a cubrir menos las necesidades de la gente», cuestiona.
Los playeros, referentes indispensables a la hora de cualquier relevamiento, argumentan a pesar de que la estadística revele que se venden menos litros, ellos trabajan más a fin de mes. “Hay que estar encima del cliente porque la atención es más breve”, afirman no sin expresar un lamento por lo que les depara esta circunstancia. “Tener menos tiempo para prestar servicios se traduce en una rebaja del dinero que recibimos en concepto de propinas”, se quejan.
En este contexto, el uso de las tarjetas crece de modo inversamente proporcional al pago en efectivo. Es que a partir de que se agotan los recursos genuinos florece la utilización de medios que posibiliten el acceso a algún tipo de financiación. Sin embargo son pocas las que se favorecen con esta alternativa: en general la aprovechan los negocios oficiales ya que la mayoría de las estaciones operadas por empresarios independientes no las aceptan.
“Las estaciones YPF (las de menor precio al público) que reciben tarjeta de crédito o debito como forma de pago son limitadas”, apunta Bigatti. “No pueden por el mínimo margen que reciben de la petrolera, la comisión que les descuenta la tarjeta y el impuesto a los débitos y créditos bancarios, lo hacen aquellas que venden con un plus sobre el precio sugerido porque aun tienen margen y les conviene”, opina el dirigente.
Otro dato a tener en cuenta es la elección del combustible, ya que la preferencia por los Premium es una cuestión de los primeros días del mes. “Pasando el 20 muchos de los que cargaron nafta o gasoil de máxima calidad optan por los sustitutos de menor octanaje”, alegan los operadores. Es que entre ambas variedades hay un peso de diferencia, un argumento que justifica sobradamente su preferencia, especialmente en jornadas de bolsillos flacos.