En lo inmediato, los expertos descartan subas en el surtidor, por el hecho de que las refinerías abonan el crudo en base a la cotización del dólar oficial. Sin embargo, la brecha desatada impacta directamente en la explotación de hidrocarburos y podría empujar en el mediano plazo un ajuste del tipo de cambio. ¿Se podrá controlar?
La city porteña empezó a sentir los efectos del año electoral llevando la divisa norteamericana en el mercado negro por encima de los 14 pesos, disparada que no se observaba desde finales del año pasado. Mientras tanto, el billete nacional que comercializa el Banco Central se mantiene apenas por encima de los 9 pesos, lo que marca una distancia de más del 50 por ciento con el extranjero.
¿Cómo afecta esta anomalía de la economía en los precios de las naftas? Emilio Apud, ex Secretario de Energía durante la gestión de la Alianza, y actualmente asesor de Mauricio Macri, explica que en el corto plazo no habrá ajustes de magnitud en las pizarras de las estaciones de servicio.
“Las refinerías pagan el barril a 77 dólares pero traduciéndolo a pesos. No entregan billetes sino que se hace el cambio en moneda local. Por eso mientras no se mueva el dólar oficial no hay motivos para cargar un aumento al producto final”, señala el experto ante la consulta desurtidores.com.ar.
En el área del Downstream, el 80 por ciento del costo de producción está representado por la compra de la materia prima, que es el petróleo. El 20 restante lo conforman los sueldos del personal, insumos y el mantenimiento de las instalaciones. “El impacto del dólar es mínimo”, aclara.
No obstante, en lo que respecta a exploración y explotación de hidrocarburos, Apud advierte que “el incremento del blue va desmenuzando la rentabilidad” y por lo tanto empuja a la baja la obtención de petróleo y gas. “En la medida que siga habiendo esa diferencia, los costos de producción se van a ir deteriorando y va a caer la inversión”, señala. En este área, el peso de las importaciones es importante: bienes de capital y de uso, productos químicos, entre otros conceptos.
En tanto, sólo en el largo plazo el desequilibrio del tipo de cambio podría generar una modificación en los surtidores. “Impactaría en la medida que el paralelo traccione un aumento del oficial”, precisa. Pero por el momento, indica que “los combustibles van a seguir subiendo al ritmo de la inflación”, que es de aproximadamente un 2 por ciento mensual, como se vienen moviendo en las bocas de expendio.