¿Cómo será el negocio de las estaciones de servicio en las próximas décadas?

El mundo avanza lentamente hacia la utilización de automóviles eléctricos a partir del consumo de energías renovables. Los operadores independientes dejarían de ganar dinero por la venta de combustibles líquidos para pasar a ser distribuidores de energía. El desarrollo de estas tecnologías se encuentra demorado por el escaso apoyo estatal.

fotopre6984cEspaña, Alemania y Estados Unidos, son algunas de las potencias que están incursionando con fuerza en el uso de energías renovables, en especial en la fotovoltaica y eólica. Con la certeza de que el petróleo y el gas en algún momento se van a acabar, los países centrales empiezan a buscar alternativas eficientes que les permitan mantenerse en la hegemonía mundial. Por su parte, las automotrices, conscientes de estos cambios, de a poco van lanzando cada vez más modelos de vehículos híbridos, que funcionan con batería eléctrica y gas.

En este contexto de transformaciones, surge una pregunta clave por parte de los expendedores de combustibles: ¿Qué va a pasar con el negocio de las estaciones de servicio? Por lo que analiza Miguel Ángel Bravo, titular y creador de la Compañía Argentina de Automóviles, la empresa que desarrolló el RodOn, el primer citycar eléctrico argentino para dos personas, este nicho tendrá que adaptarse en la forma de operar los comercios.

“La rentabilidad en nuestro caso no va relacionada a la carga de energía eléctrica. El negocio pasa por la publicidad y por la acumulación y venta de energía”, sostiene.

Los proyectos que están en carpeta en otras partes del mundo tienen previsto que sean empresarios independientes quienes se hagan cargo de los puestos de carga. Sin embargo, asegura que estos tendrán características muy distintas a los tradicionales y conocidos que despachan naftas y gasoil: “la única forma de abastecer rápido a los coches es que la estación tenga gran capacidad de almacenamiento de energía y que a su vez disponga de todos los sistemas de carga posibles” para los distintos modelos y los de inducción, que ni siquiera necesitan enchufar el auto. Bravo asegura que “en Estados Unidos la carga prácticamente es gratuita”.

En Argentina la industria de los vehículos eléctricos está tratando de seducir a los gobiernos provinciales, aprovechando que la normativa brinda cierta independencia en lo que respecta a energía. De todas maneras, a nivel nacional, los funcionarios han escuchado propuestas, sin mostrar demasiado entusiasmo hasta el momento.

(Fuente: SURTIDORES)