Los incrementos que se produjeron en las estaciones de servicio de todas las marcas nivelaron el precio de los combustibles con los del mercado internacional. Haciendo un promedio entre todas las compañías, la nafta súper y el gasoil ya son más caros que en Brasil. Aún existen diferencias con Uruguay, Perú y Chile
Los problemas de abastecimiento que vivió el país durante todo 2011 desataron un gran debate sobre la política energética. Llegando al último tramo de ese año la Secretaría de Energía levantó el congelamiento de precios en las bocas de expendio y todas las marcas impulsaron subas paulatinas y constantes para reubicarse en el mercado.
Tal es así, que YPF, pese a que en abril fue expropiada, aplicó importantes subas en el caso de la nafta súper en poco más de un año, buscando así derivar la demanda hacia la competencia y sumar recursos para el ambicioso plan de inversiones que se propone Miguel Galuccio, el CEO y presidente de la empresa de capitales mixtos.
De acuerdo a un estudio elaborado por la consultora Montamat & Asociados, el esquema de precios de la nafta súper en los países de la región al mes de octubre era el siguiente: Brasil $6,40, Argentina $6,70, Perú $7,50, Chile $8,10 y Uruguay $8,80. Después de mucho tiempo el combustible nacional dejó de ser el más barato.
En el caso del gasoil la relación entre los distintos mercados es similar: Brasil $5,00, Argentina $5,70, Chile $6,10, Perú $7,5 y Uruguay $8,10. Si bien los datos pertenecen al mes de octubre y forman parte de un promedio entre distintas empresas, los ajustes que se produjeron durante los meses posteriores mantienen en general la diferencia que los distancia.
YPF, pocos días antes de empezar el 2013, remarcó sus productos en un 6 por ciento, medida que rápidamente fue imitada por todas las compañías que operan en la plaza local. En algunas zonas las empresas aprovecharon para modificar las pizarras por encima de lo que aumentó YPF.
En el informe de Montamat & Asociados también se puede percibir la relación de precios del petróleo y el gas en comparación con las referencias internacionales. En el primer caso nuestro país aparece un 29 por ciento más económico, con un barril de crudo que las refinadoras pagan aproximadamente entre 65 y 70 dólares.
En el gas, en cambio, las operadoras locales reciben apenas un 20 por ciento que en otros países del mundo. No obstante, según analizan expertos en energía el Gobierno busca recomponer su valor, tal cual quedó demostrado con el incremento del gas 300 por ciento para el gas en boca de pozo y con el plan de estímulo a las inversiones lanzado en diciembre pasado, que establece que se pagará 7,50 dólares por millón de BTU a las compañías que se dediquen a la extracción de gas.