Es la estimación que realizan los expendedores, a raíz del 24 por ciento de incremento salarial que acordaron con los empleados de las bocas de expendio de Córdoba. El resto de las marcas, en cambio, necesitan un volumen menor porque perciben una bonificación más alta.
El miércoles pasado, empleados y dueños de estaciones de servicio acordaron en el Ministerio de Trabajo de Córdoba elevar los salarios un 24 por ciento y una asignación fija de 700 pesos, por única vez, no remunerativa. Si bien por el momento el grueso de las provincias del interior no pudo llegar a esta instancia, se estima que las cifras estarán en sintonía.
Con este ajuste en las cuentas, fuentes del sector estimaron que “este año, los operadores de YPF tendrán que despachar como mínimo 400.000 litros, contemplando el precio de la nafta en 8 pesos”, para llegar a fin de mes con saldo cero.
Es que con un margen del 8 por ciento, como impone a su red la petrolera estatal, para cubrir los 120.000 pesos de costo laboral que suman diez empleados por local, mantener la situación financiera implicaría un importante aumento de las ventas de naftas y gasoil que no esperan alcanzar, dadas las condiciones de la economía.
De hecho, según datos de la Secretaría de Energía, en 2012 el consumo de diesel cayó en promedio un 8 por ciento, en todo el país, tendencia que continua vigente, a pesar de que la cosecha del agro fue un 20 por ciento superior a la de la campaña anterior.
Para colmo, el tope en los precios se extenderá por cinco meses más, hasta tanto quede sin efecto la Resolución 35. Si bien semanas atrás se ajustaron las pizarras de los surtidores, suponen que de cara al futuro los incrementos serán más pequeños, hasta que YPF termine de nivelarse con la competencia.
En este contexto, las expectativas no son de las mejores. De hecho, la compañía petrolera que hoy controla el Estado descartó rotundamente incrementar la bonificación un dos por ciento, como pretenden desde las cámaras empresarias para absorber este aumento de los gastos fijos.
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