Los precios de los combustibles líquidos continúan en alza y se esperan incrementos en los surtidores superiores al 30 por ciento para este año. En este contexto, referentes del sector estiman un crecimiento de las conversiones de vehículos.
Todas las variables que impulsaron la utilización de GNC en Argentina desde la década del 80 – precios beneficiosos en relación a las naftas y garantías en el abastecimiento – atraviesan hoy su mejor momento. El parque de estaciones se extiende por todo el país, al tiempo que el Gobierno Nacional terminó con la política de contener la escalada de los combustibles al público para permitir a las compañías que potencien las inversiones, ante la creciente necesidad de importación.
Luis Navas, asesor legal de la Asociación de Estaciones de Servicio (AES) asegura que “en 2013 hubo crecimiento neto de las transformaciones de rodados”, en gran medida porque los “usuarios recibieron señales claras de la confiabilidad del GNC en cuanto al suministro”. Salvo en el Noreste, donde no hay gasoductos, en la gran mayoría de las rutas del país se encuentra fluido a disposición. Las bocas de expendio incorporaron surtidores de gas, creando corredores azules en todo el territorio.
Como positivo para los talleres de conversión, Navas destaca que “la tecnología disponible es de última generación”, lo que permite romper con el mito de que el GNC daña la mecánica de los automóviles. Los equipos nuevos son prácticamente automáticos y no requieren del movimiento del conductor para su óptima ejecución. Hoy en día alcanzaron un nivel de calidad que no tiene nada que envidiar a los líquidos tradicionales.
Además, con los últimos ajustes que se produjeron a comienzos de año en el mercado, el GNC pasó a costar menos de la tercera parte que el litro de nafta súper, la más económica. En un puesto de venta de Rosario YPF se ofrece esta variedad a $8,97 el litro y el GNC a $2,77 el metro cúbico, lo que representa una diferencia del 70 por ciento. “Las perspectivas son más que alentadoras; las conversiones siguen creciendo y todo indica que serán mayores en 2014”, analiza Navas. Desde las empresas confían que habrá un alza del 20 por ciento respecto de 2013.
Como contrapartida, el dirigente aclara que “hay que tener presente que no ha habido aumentos en la distribución del gas y transporte desde hace más de 10 años y esto algún día deberá corregirse, como se hizo con el fluido”. De todas maneras asegura que “hay margen para soportar esos futuros incrementos y seguir teniendo un precio en surtidor que sea muy atractivo para el consumidor”.