Especialistas no avizoran grandes problemas en las estaciones de servicio en tanto y en cuanto se mantengan las compras externas. Sin embargo, alertan que no hay inversores interesados en ingresar en el negocio de la refinación, por falta de políticas previsibles y claras.
Nada hace pensar que el suministro pueda sufrir complicaciones luego de las elecciones legislativas. A pesar de la sangría de dólares que significa traer productos desde el exterior, el Gobierno no dispone de otra alternativa – salvo incrementar el corte de los biocombustibles – que reforzar los contratos de importación para sostener el stock en las bocas de expendio.
Jorge Gaimaro, directivo del Instituto Argentino de la Energía “General Moscóni» asegura que “el abastecimiento se va a mantener en los mismos parámetros” durante por lo menos dos años, a pesar del acuerdo que YPF alcanzó con Chevron para explotar Vaca Muerta. Por cuestiones de oferta y demanda entiende que será imprescindible adquirir volumen de otros países.
Como agravante, el experto en energía no ve interés por parte de los inversores de ingresar en el negocio de la refinación. “Para que haya sentido estratégico en la toma de decisiones tiene que haber políticas públicas claras, transparentes, que estimulen la competencia y que sean perdurables en el tiempo. Ningún inversor va a invertir si ni siquiera sabe si va a contar con el crudo necesario para procesar, qué calidad y cantidad, a qué precio lo va a pagar, a qué precios venderá sus productos y si podrá disponer libremente de sus utilidades”, fundamenta.
Para garantizar que haya combustibles en el largo plazo desde su punto de vista “el país está requiriendo con miras a futuro, no sólo por el crecimiento vegetativo del parque automotor sino para acompañar el aumento agroindustrial y las necesidades del parque generador, de una refinería de importancia”. En definitiva, plantea que “hace falta un plan integral para el sector energético enmarcado en un plan estratégico de país”.
Gaimaro sostiene que “la capacidad de refinación local es de unos 100.000 m3/dia pero no todas las plantas están operando el límite de su capacidad. Más allá de esto, hace tiempo que nuestro país requiere contar con capacidad adicional de refinación para cubrir adecuadamente la demanda”.Y agregó: “Desde el año 2006 desde el gobierno se vienen haciendo anuncios en este sentido (recordar la tan mentada iniciativa General Mosconi en la zona de Comodoro. Rivadavia). Sin embargo las pocas apuestas privadas en este rubro, con establecimientos de poca envergadura, terminaron casi malogrados por los vaivenes de las políticas oficiales”.
Como positivo, Gaimaro destaca la medida que analiza la Secretaría de Energía de modificar la composición de las naftas a los fines de obtener mayor volumen durante el proceso de elaboración. “Es una medida que va a contribuir a mejorar el suministro”, reconoce el especialista.