En lo que respecta a naftas expendedores señalan que las ventas se mantienen en los mismos niveles del año pasado, salvo en algunas zonas, donde crecieron aproximadamente un 5 por ciento. El gasoil, en cambio, que es el corazón del negocio, advierten que continúa en caída en todo el país. Hay expectativas por la buena cosecha que se proyecta para el agro
El despacho de combustibles al público en las estaciones de servicio durante 2012 tuvo un crecimiento de apenas un 0.6 por ciento respecto al año anterior a pesar de que se incorporaron 860.000 nuevos vehículos al parque automotor. Durante este primer trimestre, de enero a marzo, la tendencia parece acentuarse, sobre todo porque la economía aún no retomó los niveles de crecimiento de etapas anteriores.
Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco, señala que en su zona la venta de naftas subió un 5 por ciento en marzo, respecto al mismo período del año anterior, mientras que “en gasoil notamos una caída aproximada del 10 por ciento”.
No obstante, el Gobierno de la provincia estimó, a través del Sistema de Información para el Fortalecimiento del Abastecimiento y Comercialización de Hidrocarburos de la Provincia del Chaco (SIFACHACO) un alza del consumo de diesel del 20 por ciento por las buenas expectativas que presenta la cosecha del agro.
A nivel nacional, en cambio, Guillermo Lego, Gerente General de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) informó que “la opinión de los expendedores de todo el país en general es que está bajando”.
Las naftas, sobre todo la súper, que el año pasado se despachó en un 10 por ciento más que en 2011, continúa en los mismos niveles, salvo en algunas zonas donde presenta leves subas, en las grandes ciudades, por el incremento del parque automotor.
Lego señala que el freno de la economía es lo que preocupa a los expendedores. La escalada que sufrió el dólar y el estancamiento de varias actividades económicas está impactando sobre la demanda de combustibles, lo que a su vez afecta la rentabilidad de las estaciones de servicio. Esta coyuntura terminó con las colas en las bocas de expendio y habría normalizado el mercado. ”No notamos que las petroleras hayan mejorado el abastecimiento”, apuntó.
En los últimos dos años el consumo de naftas creció 24 por ciento
Para los empresarios la baja del consumo justifica la mejora del abastecimiento