En julio, solo cinco distritos de todo el país esquivaron la retracción de la demanda de combustibles en las estaciones de servicio. En algunas regiones la disminución de los despachos exhibió índices que ponen en jaque a las bocas de expendio allí instaladas.
Las estaciones de servicio no fueron ajenas a la retracción general de la economía de los primeros meses del año. En rigor a la verdad, fue uno de los sectores más castigados, con índices superiores a los sufridos por otras actividades no tan sensibles como lo es la relacionada con el consumo de combustibles.
Según datos oficiales provenientes del Ministerio de Energía de la Nación, en julio la caída del consumo en las bocas de expendio retrocedió 7.18 por ciento. Sin embargo hubo provincias que duplicaron esa cifra poniendo en serio riesgo de subsistencia a los surtidores allí instalados.
Una de las que más sufrió la contracción de la demanda fue Santa Cruz, hasta hace poco tiempo una de las de mayor expansión en el país. En este distrito la venta se desplomó 15 por ciento interanual, seguida muy de cerca por Chubut con una caída del 13.4, mientras que Río Negro empardó los despachos.
Sin embargo y beneficiada por la rebaja impositiva dispuesta por la ley Pichetto, La Pampa fue la provincia de más crecimiento, con un inusual 22 por ciento de alza. Claro que a consecuencia de esta modificación legislativa, Buenos Aires, lindera en su franja oeste y carente de este subsidio por el cual los expendedores piden su inmediata derogación, retrocedió 9 por ciento.
La situación en las grandes jurisdicciones también fue desfavorable. En Córdoba, segunda en ventas del país, la labor de las estaciones se replegó 8.4 por ciento; en Santa Fe, 11.2 y en Mendoza 8.3 por ciento.
Del otro lado, las que operaron en positivo, se encuentran Santiago del Estero, Formosa, La Rioja y la Ciudad de Buenos Aires, aunque todas con una expansión del 1 por ciento.
Fuente: surtidores.com.ar
