El Juzgado Civil y Comercial del Chaco debió intervenir en una controversia por la gestión de una estación de servicio. El gerente a cargo abandonó la administración y representación de la sociedad y de los empleados que en ella trabajaban dejándola sin recursos económicos. El socio accionante era su hermano.
Un hecho inusual pero perfectamente posible debido a la cantidad de sociedades familiares que administran estaciones de servicio, ocurrió en la provincia de Chaco, cuando el gerente a cargo abandonó la administración y representación de la sociedad y de los empleados que en ella trabajaban, dejándola sin recursos económicos.
La particularidad del caso es que quien compartía la gestión del comercio era su hermano, que al recibir como respuesta de su cosanguíneo la negativa a abandonar el puesto, decidió llevar la controversia a la justicia.
El accionante señaló que a partir de esta situación la estación de servicio y empleados quedaron completamente a la deriva. Esta temeraria actitud devino insostenible. Como socio gerente y titular del 50 por ciento de las cuotas del capital social, se hizo cargo del pago de los haberes, de tratar de revertir una situación colapsada con la petrolera por deudas impagas contraídas por su parte y de pagar los insumos derivados de la actividad.
Asimismo remarcó que el comercio funcionaba bajo los colores de una petrolera, pero que virtud de las deudas impagas, ésta intimó al pago de lo adeudado y a retomar las compras de combustible, pero ante el incumplimiento procedió a la rescisión del contrato de suministro.
Por tal razón, decidió recurrir a la instancia judicial como la única manera de comenzar a solucionar los graves problemas que envolvían a la empresa, pues por tratarse de una sociedad de solo dos socios, la ausencia de uno torna ilusoria su continuidad. En este sentido exigió la remoción del cargo de su hermano.
Para el Juez, la desidia del accionado y absoluta desatención del negocio a su cargo, asimismo emergen – y de manera incontrovertible – de la inexistencia total de combustible -principal mercadería comercializada por la sociedad- y la falta de compra de tal producto a la empresa bajo cuya bandera opera la estación de servicio, que incluso han llevado a la finalización del contrato de suministro. Citaron uno de los casos más emblemáticos de incumplimiento grave por parte del administrador, refiriendo: «Cuando los directores han abandonado su gestión y no han dado cuentas del patrimonio, se convierte en una flagrante violación al deber de diligencia que claramente autoriza la remoción del administrador que actúa de esta manera”.
“Siendo tal la situación que se ha configurado en el presente, puesto que las probanzas producidas han acreditado de manera irrebatible que el demandado abandonó en forma absoluta el ejercicio de las funciones que le competían como administrador, tengo el pleno convencimiento de que se ha configurado una causa que justifica la remoción del gerente”, sentenció finalmente el magistrado.