Las incesantes subas de los precios de las naftas y el gasoil repercutieron inevitablemente en los hábitos de consumo de los automovilistas. Así lo confirma un informe dado a conocer por la flamante Secretaría de Energía, que revela el enfriamiento de la de manda de combustibles y la elección de productos de menor valor.
El documento oficial pone de manifiesto que en Julio se registró un leve incremento interanual de los despachos “al público” de naftas y gasoil. El índice, de tan solo medio punto porcentual, contrasta con los registrados los últimos meses pero ratifica la tendencia descendente de la actividad, originada tras la decisión de liberar el mercado de los hidrocarburos.
Según el análisis, solo se advierten crecimientos en los volúmenes de Diesel Grado 3 y Nafta Súper, mientras que retrocedió el expendio de Gasoil G2 y Nafta Premium, esta última a causa de la transferencia de consumidores hacia el derivado más económico.
Entre las empresas, solamente YPF (+2.3), AXION energy (+9.33) y DAPSA (4.2) obtuvieron una mejora en términos de cantidades. Coincidentemente, estas petroleras son las que ofrecen los derivados a menor precio que el resto, cuyo desempeño fue negativo durante este período.
VIENTO DE FRENTE
En el sector expendedor pronostican que agosto será aun más marcada la retracción en las Estaciones de Servicio. Es que la fuerte devaluación provocó estos últimos dos meses, aumentos de un 25 por ciento para la Súper y 29 para la Premium, situación que desalienta cada vez más el uso del vehículo.
La contracara la ofrece el GNC, cuyos precios en el surtidor al no sufrir variaciones, alentaron la instalación de equipos alcanzando este último mes las 15.800 unidades convertidas.