De vocación y oficio a profesional en combustibles

fotopre8115cSer operador de una estación de servicio exige el conocimiento en diversas áreas técnicas, comerciales y de negocios. Crece el porcentaje de expendedores que tuvieron algún paso por universidades nacionales; ya no alcanza con ser emprendedor y disponer de capital.

Llevar adelante la administración de una boca de expendio se tornó una tarea que demanda un bagaje cognoscitivo alto y de habilidades diversas. Por eso es que las generaciones más jóvenes, hijos de padres que por décadas se concentraron en la venta de combustibles, hoy poseen títulos universitarios.

Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco (CECACH) se explayó sobre el tema:

¿Qué porcentaje de los estacioneros estima que son profesionales?

A mi entender hubo un sano recambio generacional en las empresas de familia en el país, que constituyen el 70 por ciento del total de compañías existentes, generan el 68 por ciento de los puestos de trabajo y se encargan de comercializar más del 90 por ciento de los bienes y servicios, según el Centro de Empresas de Familia de Argentina (CEDEF).

En valores parecidos se refleja en la actividad de estaciones de servicio. Este recambio trajo aparejado la inserción de jóvenes profesionales universitarios de las distintas especialidades, que con sus diversas aptitudes y conocimientos, ensayan innovaciones comerciales proporcionales a la escala de una empresa PyME, a modo de un pequeño laboratorio en donde los éxitos y fracasos se acomodan a los vientos económicos del país.

Otro factor interesante de análisis, es la llegada de la mujer como accionista y gerenciadora de una estación de servicio: ganan buena fama de emprendedoras y de ser perseverantes. Una colega me expresó una vez, hablando de su experiencia: “mi padre me dio la oportunidad para surgir en esto. Me dio su sabiduría, sentido de responsabilidad y me enseñó a entregarme para cumplir con lo que necesita cada uno de los clientes”.

¿Necesita la actividad de formación?

La velocidad del cambio económico, social y tecnológico, unida a la necesidad de aprovechar las oportunidades que se presentan por la rápida integración de la economía mundial, exige una continua adaptación de políticas, instituciones y personas.

Estas políticas adquieren carácter público cuando son diseñadas y ejecutadas en un ámbito de participación democrática que genere un consenso público-privado sobre los requerimientos que la sociedad del conocimiento tiene para quienes trabajan. Por tal razón, desde hace más de 4 años se han desarrollado los Consejos Sectoriales de Certificación de Competencias y Formación Continua en el seno del Ministerio de Trabajo de la Nación. A mi entender, aquí existe una oportunidad para traer al sector de las estaciones de servicio la experiencia cosechada en otras actividades comerciales en beneficio de una formación continua en muchos temas específicos propios, de la mano de instituciones educativas de nivel nacional, como la Universidad Tecnológica Nacional, solo por mencionar a una de ellas.

¿Las nuevas obligaciones legales exigen mayor conocimiento para llevar adelante el negocio?

Sí. Fundamentalmente, el diseño de cursos que son solicitados por las mismas empresas, lo que facilita que la formación sea entendida como imprescindible para mantenerse actual y competitiva en el mercado. Como es lógico, son muy diversos los temas que despiertan el interés de los colegas, pero si hubiera que destacar uno, éste sería sin duda la Prevención de Riesgos Laborales. Se agregan otros como la seguridad, acciones formativas sobre actividad promocional, comercio electrónico, merchandising, gestión de recursos humanos, gestión medioambiental y la renovación de la apuesta por dar una formación realmente útil que pueda ser aplicada en el puesto de trabajo por parte del recurso humano.

¿Cuál carrera le parece la más adecuada si tendría que aconsejar?

El único consejo que le daría a alguien que quiera invertir en esta actividad, es que pueda encontrar un nicho de mercado, y para ello, la formación puede ser influyente pero jamás determinante. En la década del 90 algunos vaticinaron que el GNC no iba a funcionar en la Argentina y direccionaron las inversiones hacia el GLP, que con el paso del tiempo, resultaron poco beneficiosas.

Quisiera contar una particularidad sobre la vida de Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del mundo: En 1952 se casó con la que sería su gran amor, Susie Thompson, y se fueron a vivir a un apartamento por el que pagaban 65 dólares al mes. Durante un tiempo invirtió sin mucho éxito en una estación de servicio de Texaco y se hizo profesor nocturno en la Universidad de Omaha. Sin embargo, tuvo que ir a clases con Dale Carnegie para vencer su tremenda timidez y poder hablar en público. Buffet acuñó su táctica de inversión en 20 claves que se detallan a continuación:

  • Nunca invierta en un negocio que no pueda entender, como tecnologías complicadas.
  • Si no puede ver caer un 50 por ciento de su inversión sin pánico, no invierta en el mercado de valores.
  • No intente predecir la dirección del mercado de valores, la economía, los tipos de interés o las elecciones.
  • Compre compañías con buen historial de beneficios y posición dominante de mercado.
  • Sea temeroso cuando otros son codiciosos y viceversa.
  • El optimismo es el enemigo del comprador racional.
  • La capacidad de decir “no” es una enorme ventaja para un inversor.
  • Gran parte de éxito puede atribuirse a la inactividad. La mayoría de los inversores no resiste la tentación de comprar y vender constantemente, pero la piedra angular debe ser el letargo, bordeando la pereza.
  • Las oscilaciones salvajes de precios están más relacionadas al comportamiento de los inversores que a los resultados empresariales.
  • Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores. No es necesario hacer algo extraordinario para conseguir resultados excelentes.
  • No tome seriamente los resultados anuales, sino los promedios de cuatro o cinco años.
  • Céntrese en el retorno de la inversión (no en las ganancias por acción), el nivel de endeudamiento y los márgenes de beneficio.
  • Invierta siempre a largo plazo.
  • Es absurdo el consejo de que “nunca se quiebra tomando un beneficio”.
  • Recuerde siempre que el mercado de valores es maníaco-depresivo.
  • Compre un negocio, no alquile las acciones.
  • Busque empresas con mercados amplios, fuerte imagen de marca y consumidores fieles.
  • También son interesantes algunas compañías con marcas consolidadas pero que están infravaloradas por dificultades transitorias. Para buscar estas oportunidades, deben aprovecharse los mercados bajistas.
  • Busque compañías con gran capacidad de generación de efectivo y que, una vez en marcha, no necesiten grandes reinversiones.
  • Mientras más absurdo sea el comportamiento del mercado, mejor será la oportunidad para el inversor metódico.

(Fuente: SURTIDORES)