Las subas de la petrolera estatal fueron menores que las aplicadas por sus competidoras. A partir del último aumento (4 de noviembre) promedia un 6.2 por ciento tomando como referencia el mes de julio. En el precio de la nafta súper el ajuste fue la mitad que el de Shell.
Los aumentos a los precios de los combustibles aplicados recientemente por las petroleras posicionaron nuevamente a YPF como la marca más barata y a Shell como la más cara. A diferencia de otras ocasiones, en la que las empresas escalaban los valores de los productos de manera uniforme, esta vez las modificaciones fueron segmentadas. Esso, por ejemplo, incrementó el valor de todos sus combustibles, Shell solo la Nafta Súper y Petrobras la Súper y el Diesel 500.
Las subas promediaron el 4,4 por ciento respecto a la última modificación que se produjo pocos días después de que la Secretaría de Comercio Interior postergara los alcances de la Resolución 35/2013 que fijó un tope a las pizarras desde el pasado 9 de abril, medida que se extenderá hasta el 25 de noviembre próximo.
De este modo en la ciudad de Buenos Aires, el litro de nafta súper se puede conseguir a 7.819 en YPF; 7.999 en Esso; 8.099 en Petrobras u 8.299 en Shell. En el caso de la Premium, que ya orilla el umbral de los 9 pesos, los precios varían desde 8.639 a 8.999, mientras que en el gasoil, el rango se extiende desde los 7.169 a 7.419 por litro.
En este contexto YPF fue la empresa que menos impactó en el bolsillo de los automovilistas. Según en relevamiento efectuado por surtidores.com.ar, en los últimos cuatro meses la compañía que comanda Miguel Galuccio ajustó sus productos un 6.21 por ciento, en tanto que Shell y Petrobras hicieron lo propio en un 7.11 y Esso 7.4 por ciento.
Qué sucederá con los precios durante el período que se mantenga vigente la Resolución aun es una incógnita. Todo parece indicar que las fluctuaciones en los surtidores responden a la necesidad de las empresas de acompañar el ritmo de la inflación sin importar demasiado cual es el límite que no se puede perforar. La falta de referencias ayuda: si bien el artículo 3º de la ordenanza dispone que las compañías comuniquen el importe más alto en cada región, los estacioneros aseguran que son ellos los que se encargan de elaborar informes periódicos ante la falta de precisiones de sus proveedores.
