Hoy se vota en la legislatura el proyecto que habilita el traspaso del subte al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, iniciativa que a la vez incluye la implementación de una tasa vial sobre los combustibles líquidos. De aprobarse tal cual está planteada estacioneros advierten que podrían cerrar hasta el 70 por ciento de las bocas de expendio por la caída que esperan de las ventas.
De la misma manera que el Gobierno de Córdoba buscó recursos para financiar las rutas de la provincia poniendo en la mira a los combustibles, el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, busca incrementar la recaudación para sostener el uso y mantenimiento del subterráneos aplicando una tasa de similares características.
Después de discusiones, los jefes de los bloques del macrismo y de la oposición acordaron postergar el tratamiento de la ley, pero el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, puso fecha y aceleró los trámites: miércoles 19 de diciembre, a las 11 horas.
De acuerdo al texto que se discutirá hoy en el recinto, en caso de aprobarse, la nafta súper pasará a costar 30 centavos más cara, la Premium 40, el gasoil 20 y el GNC 15, recursos que los expendedores deberán recaudar para luego transferir al Estado.
Rosario Sica, titular de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina, expresó rotundamente su rechazo a la intención de Macri de cobrar centavos adicionales sobre las naftas. “Esta es nuestra principal preocupación”, confiesa, situación que desde hace varios días la obliga a destinar todo su esfuerzo para impedir que la tasa sea aprobada.
La dirigente advierte que en caso de aplicarse “van a cerrar hasta el 70 por ciento de las estaciones de servicio” de la Capital Federal porque los consumidores van a cargar combustibles en los comercios de Provincia de Buenos Aires, que a partir de su publicación en el boletín oficial pasarán a ser más baratos.
Salvo los de YPF, que así y todo quizás podrán competir en el mercado, los operadores del resto de las marcas tendrán que bajar el margen de ganancia para nivelarse con las estaciones de Provincia. Los locales sin bandera serán claramente los más perjudicados, porque ya de por sí se encontraban en una situación desfavorable.
Al comprar los productos a distribuidores mayoristas enfrentan costos operativos mucho más altos, que luego los trasladan a los surtidores. La nafta súper en estos locales se comercializa en el interior del país a un promedio de $7,50 el litro, un peso por encima que YPF.
De acuerdo a lo que pudo consultar Sica con los diputados de distintas fuerzas políticas, en general, hay consenso para no dar el visto bueno a la iniciativa que propone el oficialismo. Sin embargo, por lo bajo, la mayoría de los legisladores admite que “hasta que no se vote no se va a saber bien que posición tomará cada bloque”.