El ex Secretario de Energía de la Nación, Daniel Montamat, no puede sustraerse de los acontecimientos violentos vividos en el país los últimos días. Los atribuye a la inequidad social que provoca la inflación generada en gran parte por los millonarios subsidios energéticos. “Mientras perseveremos en esta política no hay futuro”, afirmó.
En un país plagado de contrastes la actividad energética no puede despojarse de esta condición. Especialmente cuando su importancia es vital en la conformación de la estructura económica del país y más aun, cuando las consecuencias de su presente deficitario provoca un fuerte impacto en la vida política y social.
Este año producto de las importaciones de combustibles, la balanza comercial energética superaría los 9.000 millones de dólares. La cifra se ampliaría a 13.000 en 2014 vulnerando más aun la situación económica y acentuando la caída de disponibilidad de dólares que el gobierno ha defendido a lo largo de su gestión.
En este contexto hoy se conmemora el Día del Petróleo, aunque según el ex Secretario de Energía de la Nación, Daniel Montamat, no existen motivos para la celebración. “El país no está para festejos” sentenció.
El especialista apunta a los sucesos violentos que se sucedieron recientemente y arrojaron un saldo de 9 muertos. “Todo tiene que ver con todo, la inflación es el caldo de cultivo de la explosión social que hemos protagonizado, y es responsabilidad de un Gobierno que tiene las finanzas públicas descontroladas y emite dinero para financiar esos desequilibrios”, señaló
Montamat detalló que “detrás de los desequilibrios fiscales está en buena parte la responsabilidad de los subsidios económicos que representan el 5 por ciento del Producto Bruto Interno”. Entre esos subsidios, los principales son los energéticos que representan 3 por ciento del PBI.
“El déficit fiscal va a estar entre el 4 y el 5 por ciento del PBI si se hacen bien las cuentas. Es decir, los subsidios a la energía, que benefician más a los ricos que a los pobres, son grandes responsables del desbarajuste de las cuentas públicas y hoy se financian con emisión inflacionaria. Esos subsidios energéticos están asociados a tarifas que no recuperan costos y a la necesidad de importar cada año más energía a precios de referencia internacional”, lamentó.
“Importamos más energía porque declinan nuestras reservas y producción de petróleo y gas. Y esto se debe a la política energética que desplegó el gobierno en todos estos años y que no ha cambiado. Mientras perseveremos en esta política no hay futuro energético ni para YPF ni para el resto de las empresas que representan el 65 por ciento de la producción nacional”, pronosticó. “El país tiene interesantes potencialidades a desarrollar, pero me parece que para eso habrá que esperar otra administración en el 2015”, puntualizó finalmente Montamat.
