La caída de la producción del petróleo Medanito- se utiliza para la obtención de naftas, hoy en pleno ascenso en el mercado – obliga a las petroleras a traer el hidrocarburo de otros países. ¿Cómo actuar en el corto plazo para garantizar el suministro? Expertos en energía dan su visión sobre el tema.
De la cuenca neuquina se obtiene aproximadamente el 25 por ciento del petróleo del crudo Medanito, una de las variedades de mayor calidad que se la utiliza para la destilación de naftas, tanto súper como Premium. Cómo la producción hace años que viene en caída, las petroleras tienen dos alternativas para no dejar desabastecidas a las estaciones de servicio: invertir en las refinerías para que el petróleo más pesado pueda finalmente convertirse en naftas, o directamente importarlo de otras plazas del mundo.
Gerardo Rabinovich, especialista y Vicepresidente 2º del Instituto Argentino de la Energía (IAE) “General Mosconi” explica que el costo de producción para el tratamiento del petróleo de menor pureza es mayor que utilizando el de tipo Medanito. Además, para esto es necesario que las industrias incorporen nuevas plantas de cracking, es decir, ampliar las instalaciones para permitir un segundo destilado de los combustibles, obras que demandan mucho capital y un tiempo prudencial para concretarlas.
Para tomar dimensión del problema cabe destacar las estadísticas del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG): en diciembre de 2008 se extrajo de la cuenca neuquina un promedio de 23.959 metros cúbicos diarios mientras que cuatro años más tarde, en igual mes de 2012, esa cifra cayó 7.540 m3 por día, lo que representa una merma del 26 por ciento.
Antes este contexto, el Gobierno planificó en el Presupuesto para 2014 permisos de importación de 1.000.000 de metros cúbicos de naftas, cinco veces más de lo que previó para este año. La estimación la realiza la Secretaría de Energía, en base a las condiciones del mercado, luego pasa por el Ministerio de Economía y por último llega al Congreso para su definitiva aprobación.
Esta necesidad de incrementar las compras tiene su origen en el fuerte incremento del consumo de naftas. De acuerdo a datos oficiales en julio se despachó un 10,6 por ciento más de litros de nafta súper que el mismo mes del año anterior.