Las dos variables más importantes del negocio evolucionaron de manera negativa en los últimos tiempos para los operadores de esta bandera, en gran medida por el tope a los precios que dictó la Secretaría de Comercio Interior pero también por las demoras en las entregas de naftas y gasoil.
Los comercios que operan en reventa – todos menos los de YPF – se vieron seriamente afectados desde que Guillermo Moreno, el Secretario de Comercio Interior, implementó valores máximos en los surtidores, allá por el mes de abril. Desde ese entonces atravesaron un proceso paulatino de desmejoramiento de las condiciones comerciales debido a que las petroleras siguieron ajustando los costos a pesar de que dicho incremento no se podía trasladar al público.
En el caso de Shell la situación es gráfica. En gran parte del país es la empresa que ofrece los productos más caros del mercado y es por eso que las bocas de expendio de esta marca fueron las que primero alcanzaron los precios permitidos para cada región. Apenas se posicionaron sobre el tope comenzaron el proceso de caída de la rentabilidad.
Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco (Cecach) explica que además de las consecuencias negativas que generó esta medida se produjo otro inconveniente: la petrolera está retaceando los envíos de stock con demoras que impiden atender por momentos el alto nivel de consumo de naftas. Sostiene que la escasez se empezó a sentir a principios de septiembre y aclara que “no tenemos información para determinar si es algo transitorio o permanente”. De todas maneras, De Paoli admite no saber si esta situación se repite en todas las provincias que conforman la Región 2, que incluye a las del Noreste.
“Si vamos a sacrificar margen comercial por los alcances de la resolución 35 por lo menos esperamos tener más volumen y en el menor tiempo posible de espera para compensar con una mejor oportunidad de venta de producto”, plantea el dirigente de Chaco.
A los pocos meses de haberse implementado el pseudo congelamiento, la Confederación de Expendedores manifestó su preocupación a representantes de la petrolera y en su momento accedieron a no tomar medidas unilaterales que puedan significar un deterioro en los ingresos de la red. Sin embargo, la compañía continuó con su política de remarcar los combustibles, absorbiendo la bonificación de los empresarios Pyme.