Es por el tope a los precios. Los operadores que manejaban en marzo un 14 por ciento de margen de bonificación aseguran que ahora no superan el 11 como consecuencia de los ajustes de costos que aplicaron las petroleras sobre todos los productos.
¿Qué pasará con los precios de los combustibles después de octubre? es la pregunta que más inquieta a las estaciones de servicio. Es que además de los problemas financieros que vienen padeciendo desde hace más de una década – y que llevó al cierre de miles de comercios – se agregó uno nuevo tras la implementación de la Resolución 35, la medida que fijó valores máximos en surtidor en todo el país.
Los expendedores de combustibles que hasta ese entonces tenían la libertad para manejar el importe de las naftas perdieron esta potestad, con el agravante de que los proveedores tienen vía libre para incrementar los costos de acuerdo a sus necesidades. Por los ajustes, los empresarios denuncian una reducción de la bonificación de más del 20 por ciento.
YPF, esta vez, no figura en el centro de la escena porque funciona bajo otro sistema comercial: de consignación. A pesar del nuevo esquema los operadores de la red mantienen el margen en promedio al 8 por ciento. Como positivo, reconocen que venden algo más de volumen por la nivelación de precios entre las marcas.
Así y todo, desde las cámaras empresarias del sector aseguran que 814 bocas de expendio de la insignia estatal se encuentran en riesgo de bajar las persianas. Reconocen que la gestión de Miguel Galuccio, el CEO de YPF, está concediendo algunos reclamos a los establecimientos Pymes pero no alcanzan para solucionar el problema estructural.
El próximo mes será crucial para la actividad. El Gobierno deberá determinar que hace con los precios, en medio de una fuerte caída de la aprobación social sobre su desempeño. Si se mantienen los congelamientos en los supermercados los analistas suponen que en las estaciones se va a mantener el actual sistema de control a través de la extensión de la vigencia de la Resolución 35 o de una nueva con características similares.
En caso de estirarse el techo, se potenciaría el desfasaje generado en la cadena de comercialización que como suele ocurrir, terminó apretando por el eslabón más débil. Las petroleras pudieron recomponer la rentabilidad luego de la normativa por los fuertes aumentos que aplicaron en las pizarras del segmento minorista ¿Cómo son las perspectivas del negocio? Pocos son los entusiastas que vaticinan un panorama próspero.
