El experto en energía asegura que las inversiones en refinación van a continuar su curso, a pesar de la caída del barril de crudo en las plazas internacionales por debajo de los 50 dólares. Destacó la política nacional de sostener los valores locales disociados de las referencias extranjeras. Más volumen disponible para las estaciones de servicio.
Los cambios que vive el mercado petrolero no afectarían los planes de las principales empresas que operan en el negocio del Downstream – elaboración y comercialización de naftas y gasoil –analiza el experimentado Eduardo Barreiro , licenciado en Química, consultor en temas de Energía y director de la Society of Petroleum Engineers, regional Argentina.
Acerca de las mejoras de infraestructura que proyectan YPF, AXION energy, Shell, Oíl Combustibles y Petrobras, sostiene que “no se pueden cortar los contratos ni parar obras en ejecución por un mercado petrolero tan variable. Además, suba o baje, son necesarias y es más caro pararlas que continuarlas”.
Siguiendo la idea, el especialista planteó: “el cambio brutal en los precios del crudo de 100 a 50 dólares en semanas, no se reprodujo en Argentina. El productor de petróleo liviano recibía 77 dólares y hoy 70. Ajustando un poco los costos de los insumos y servicios, la industria va a seguir adelante”.
Para garantizar el suministro de combustibles en las bocas de expendio, Barreiro asegura que “cuando haga falta se importará petróleo liviano”. Es más económico que traer productos procesados de otros países. Además, de esta manera es posible respetar a raja tabla los estándares de calidad que solicita la Secretaría de Energía y los exigentes automovilistas.
De cara a 2015 no duda en que el abastecimiento “será normal”, al igual que desde 2012 a la fecha, cuando YPF pasó a manos del Estado y se actualizaron los precios en surtidor, medidas que reactivaron el parque refinador. No espera sobresaltos ni faltantes.
Cabe destacar que la demanda tampoco está traccionando como para llevar al límite los niveles de stock. Los expendedores minoristas estiman que en los primeros meses del año cayó entre un 5 y 10 por ciento, dependiendo de la variedad que se tome como referencia. El gasoil, sin dudas, es el más afectado, por su carácter industrial.