El adiós al reconocido y querido Roberto D Agostini, un ejemplo de superación

Nació en 1948 en Torino, ciudad ubicada al norte de Italia. El joven inmigrante pisó suelo argentino en la tierra de los viñedos, Mendoza, donde vivió su infancia y adolescencia y donde contrajo matrimonio con Mirta Aragó. De esa unión y fruto del amor nacieron Lorena, Leonardo y Martín, quienes acompañaron a su padre hasta el último día.

Dedicación, superación y autenticidad son las tres palabras que muy bien podrían definirlo.

Apenas casado, Roberto decidió iniciarse en Perforaciones de agua. En esa actividad conoce a la familia Longo, con quienes pone en marcha algunos proyectos. Con el tiempo y con una relación afianzada, deciden poner en marcha Producción S.A. en 1995. En relación a la comercialización de derivados del petróleo, primero YPF después Refinor y la última sociedad la realizó junto a sus hijos con una Refinor El Bosque.

Como todo “tano” se caracterizó por ser perseverante y sincero, abocado y apasionado, racional y a la vez con un corazón noble capaz de ver lo mejor de cada persona. Con 20 años de aporte a la actividad, mostró su gran capacidad empresarial y de superación. Pero su descripción no sería real, si obviáramos que fue el sostén de una familia, en la que supo proyectar toda su humanidad.

Los empresarios tucumanos, sus compañeros de CAPEGA y por sobre todo su familia y amigos, despidieron con mucho dolor, pero inmenso respeto los restos del querido Roberto D¨Agostini, un Tano cuya presencia se hacía sentir y cuya ausencia, ahora, se experimentará mucho más.

Quienes integramos esta institución lo recordaremos siempre con cariño y respeto, como una persona alegre y optimista que siempre bregó por la unidad.

“Su capacidad de superación, rectitud y sinceridad, son las virtudes que destacaría de él y que siempre estará entre nosotros” Manifestó Gonzalo Rodriguez, Presidente de  CAPEGA.