El Congreso se prepara para debatir una Ley clave para la actividad de las estaciones de servicio.
Este domingo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dará inicio al nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso. Como pocas otras veces este período legislativo concitará la atención de los expendedores por la posibilidad concreta de la sanción de una ley que podría modificar el actual paradigma de la actividad.
El próximo domingo a las 12 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dará inicio a la nueva temporada de sesiones ordinarias del Congreso siendo este el último discurso de la mandataria ante la Asamblea Legislativa tras ocho años al frente del Poder Ejecutivo.
Este nuevo período, el 133°, suscita especial atención para los expendedores ya que existe la posibilidad concreta de la sanción de una ley que podría modificar el actual paradigma de la actividad.
Se trata de la Ley de Comercialización de Combustibles Líquidos y Gaseosos, cuyo anteproyecto fuera presentado meses atrás por empresarios y trabajadores de estaciones de servicio ante Diputados y Senadores de distintas facciones políticas entre los que se encontraban Darío Giustozzi y Carlos Enrique Mac Allister – quienes se comprometieron a impulsar su tratamiento.
La iniciativa tiene como objeto limitar la presencia de las empresas petroleras, distribuidoras mayoristas o importadoras de combustibles en el canal minorista al público hasta un 15 por ciento de sus ventas totales en el mercado interno.
Asimismo establece que las compañías no podrán fijar a las estaciones de servicio precios de reventa, márgenes de ganancia o cualquier otra condición de comercialización, y que los contratos de provisión tengan un plazo mínimo de tres años y un máximo de diez. En todos los casos, se encuentre o no previsto en el contrato, el comercializador tendrá la opción de prorrogar por hasta un año el vencimiento del mismo.
Sus impulsores señalan que “mientras otras actividades tienen la posibilidad de manejar su margen en función de sus costos operativos y las condiciones del mercado, en el caso de las estaciones de servicio el margen es manejado en forma directa o indirecta por las empresas petroleras, dependiendo del sistema de comercialización utilizado”.
Afirman que este vacío legal permite que las petroleras impongan en forma unilateral las condiciones contractuales, y en este contexto el margen del operador se convierte en una variable a ser utilizada para lograr una mayor competitividad en el mercado. “Aun cuando alguna empresa petrolera quisiera otorgar mejores condiciones comerciales a sus operadores, tal decisión implicaría una desventaja competitiva con respecto a otras empresas del sector”, sostienen.
“Entendemos que la solución pasa por ordenar el mercado a través de una legislación que fije un marco legal a la actividad, generando competencia entre actores de un mismo segmento y capacidad económica”, reclamaron finalmente.