El crecimiento de las ventas de nafta Premium duplica a las de súper

En los últimos tres años el expendio de este combustible fue por lejos el de mayor expansión del mercado. En ocasiones por la escasez de su competidora de menor calidad, aunque hoy pesan más sus prestaciones cualitativas.

PREFERIDA MÁS ALLÁ DE SU PRECIO¿Súper o premium, cual cargar? Esa solía ser la pregunta habitual de los automovilistas al llegar al surtidor, aunque con los años la tendencia indica que a pesar de tener que pagar más, prefieren la nafta de mayor calidad. Así al menos lo indican lo datos que relevan el mercado de los combustibles de nuestro país, que afirman que desde hace tres años las ventas de nafta Premium vienen duplicando a las de la súper.

En efecto, un informe de la Secretaría de Energía asegura que en septiembre de 2010 las estaciones de servicio expendían al público 135 millones de litros de Ultra mientras que al presente la demanda ascendió a 151, cifra que representa una expansión del 12 por ciento. La súper en tanto pasó de 442 a 470 millones de litros, que en términos porcentuales implica la mitad que su competidora.

Según explican los entendidos uno de los motivos de su evolución tiene origen en la ocasional escasez de súper en los surtidores y la obligada necesidad de optar por la premium. Sin embargo existen razones técnicas que determinan su preferencia por este producto, más allá de que su precio se ubique al tope de la pizarra.

La súper tiene 95 octanos, y la premium, 97. Los manuales de los fabricantes no recomiendan la de mayor perfomance, sólo que las naftas sean sin plomo, sin embargo las primeras cargas y especialmente en autos de alta gama son con el último combustible. Al respecto, el especialista Jorge Pandini, afirma que “de la de mayor octanaje se puede esperar hasta un 3 por ciento más de potencia y un porcentaje similar de menor consumo”, cifras que considera poco significativas y casi imperceptibles para los conductores.

Lo que no es invisible a los ojos de los consumidores es la diferencia de precio. Es que entre ambas hay casi un peso de diferencia, una variable que si bien no desalienta su consumo, impide un crecimiento mayor que el que indica las estadísticas.

(Fuente: SURTIDORES)