Mientras más se incremente el valor de la moneda extranjera más necesitará la compañía remarcar los precios de los combustibles, para cumplir con el plan de los 100 Días que proyectó para los próximos cinco años, Miguel Galuccio. Estiman que los ajustes en las estaciones de servicio deben superar en un 20 por ciento a la devaluación
El dólar cerró la semana sin variaciones en su cotización de $4,91 para la compra y $4,96 para la venta, según un promedio de las casas de cambio y bancos de la City porteña. El paralelo o “blue”, en cambio, se ofrece a $7,50 para grandes volúmenes y a $7,70 en los arbolitos que se dedican al público minorista.
Esto afecta el plan de inversiones que presentó YPF, pensado y diseñado en moneda extranjera, porque obliga a incrementar los valores de los combustibles al público en una proporción incluso mayor de la proyectada, que ya de por sí era alta. Así explicó Gerardo Rabinovich, especialista del Instituto Argentino de la Energía (IAE) “General Mosconi”.
Para explotar los recursos no convencionales que presenta el yacimiento Vaca Muerta, en Neuquén, la empresa deberá convertir los pesos que recibe por la venta de naftas y gasoil a dólares, cuestión de poder comprar tecnología de punta e insumos importados. “La empresa necesita actualizar los surtidores un 20 por ciento por encima de la inflación real y del dólar”, señala el experto. Esto significa que los ajustes en los puestos de venta tendrían que ser del 45 por ciento, de acuerdo a las mediciones de inflación que realizan las consultoras privadas, lo que llevaría la nafta súper en el interior del país de $6,88 el litro, a $9,976.
Rabinovich analiza que “todas las referencias de precios están desdibujadas por la irregular situación de la evolución del dólar, la inflación y las condiciones macroeconómicas”, que en su opinión tienen cada vez más peso en los asuntos del mercado petrolero.
El techo con el que se enfrentará YPF para remarcar los productos no será por el momento la paridad de importación, ya que el valor del combustible nacional aún mantiene una diferencia del 20 por ciento con el que se maneja en los países netamente importadores como Uruguay y Chile, sino más bien con las cuestiones políticas y el humor social del consumidor.
“El límite en los aumentos de precios supera al sector energético, tiene que ver con la gente, la economía, el consumo, el poder adquisitivo de los automovilistas”, indicó Rabinovich.