El 21 de diciembre de 1984 se inauguraron las dos primeras estaciones de recarga de GNC en Buenos Aires, con 300 taxis y 100 autos de Gas del Estado; hoy el total de conversiones supera los dos millones y nuestro país es uno de los líderes mundiales en este avance tecnológico.
Luego de casi tres décadas el GNC sigue siendo el combustible Premium argentino con índice de octano 130 que es muy superior a todas las naftas conocidas, beneficiando a la calidad del aire que todos respiramos por ausencia total de componentes orgánicos volátiles y tóxicos ambientales en el escape vehicular.
La industria argentina del GNC está acompañando el avance tecnológico automotriz de la inyección de combustible de 5ª generación, aplicando con gran éxito inyección GNC de 5ª generación en los modelos más recientes, con positivos resultados de rendimiento apreciables técnicamente.
Históricamente el precio del GNC ha sido el mayor incentivo para las dos millones de conversiones, porque el ahorro del orden del 60 por ciento frente a los otros combustibles, impacta fuertemente en el bolsillo de las familias.
El ahorro popular del orden de más de 12.000 millones de pesos anuales en el año 2012 por el consumo de unos 3.100 millones de litros de nafta equivalente de este combustible limpio, se vuelca al consumo con un efecto multiplicador macroeconómico notable en reemplazo de nafta súper y premium,
Un poco de historia
A principios de 1983, organismos privados y estatales, en el marco de la ampliación de reservas de gas natural que había tenido lugar en la década anterior, coincidieron que había que seguir cambiando la matriz energética del país con una mayor participación de este combustible limpio y abundante, distribuido adecuadamente por gasoductos que atraviesan todo el país de sur a norte y de oeste a este.
El resultado fue que se debía incursionar en el transporte automotor sustituyendo derivados del petróleo por gas natural comprimido vehicular, a través de lo que se denominó “Plan Nacional de Sustitución de Combustibles Líquidos”, en cuya elaboración trabajó personal de YPF y Gas del estado con la colaboración de diversos sectores privados.
El 21 de diciembre de 1984 se inauguraron las primeras bocas de carga de GNC, una en la estación de servicio de YPF a poca distancia de la Plaza de Mayo de Buenos Aires sita en Av. Córdoba y Madero y otra en una planta de Gas del Estado, en Av. Amancio Alcorta y Luna, que comenzaron a abastecer a unos 300 taxis y otros tantos vehículos de Gas del Estado, convertidos para funcionar con GNC.
Esto marcó el comienzo y fin de la etapa de ayuda material del Estado con la demostración cabal de su viabilidad, quedando consolidado el camino para su recorrido por el sector privado.