Versiones extraoficiales señalan que las estaciones de YPF podrían participar de la SuperCard, la tarjeta con la que el Gobierno pretende disciplinar las comisiones que los bancos cobran por el uso de los plásticos. La iniciativa ya fue puesta en práctica por los expendedores con poco éxito
La Secretaría de Comercio Interior está diagramando una operación para presionar a los bancos a que bajen las comisiones que cobran por el uso de tarjetas. El proyecto apunta a los supermercados y casas de venta de electrodomésticos, aunque según medios allegados al Gobierno, también podrían acoplarse estaciones de servicio de YPF
El mecanismo sería un plástico emitido por el Banco Nación que se encargaría de la distribución, cobranza y vinculación de cuentas. Para los usuarios el beneficio representaría un menor caudal de gastos, mientras que para los comerciantes, una importante reducción del tiempo de acreditación y un porcentaje más bajo del que perciben actualmente.
La iniciativa es conocida por los estacioneros, que intentaron usufructuarla con poco éxito. Es que hace algunos años la entidad financiera mediante un convenio con la Federación de Expendedores de Buenos Aires, otorgó una serie de beneficios para el sector con el objetivo de incentivar la venta de naftas y gasoil mediante la tarjeta “Nativa” propiedad de ese banco.
Las utilidades para los empresarios redundaban en una bonificación del 100 por ciento sobre el arancel vigente para todos los comercios adheridos, el pago de las liquidaciones en la mitad del tiempo establecido, lo que significaba una acreditación en la cuenta del BNA a las 48 horas hábiles sin cargo financiero para el comercio, mientras que para los establecimientos que aún no cuenten con una terminal de captura, se bonificaba la totalidad del costo de las llamadas al Centro de Autorizaciones de Nativa Nación.
Para Luis Malchioldi, gestor de la propuesta, la “idea era facilitarle al cliente la posibilidad de pagar con plásticos sin afectar demasiado la rentabilidad de los operadores”. Reconoce que no tuvo un gran impacto en la calle, pero destaca que al menos “la alternativa estuvo”.
“No fue lo que esperábamos, se adhirieron pocas estaciones y el banco tuvo una actitud pasiva”, manifestó. “Era una buena oferta pero no funcionó”, lamentó el empresario, aunque admite que al presente se opondría a la idea de Guillermo Moreno. “No estamos de acuerdo a utilizar el medio como única posibilidad, somos adversos a esas manifestaciones”, alertó
Por lo general los comerciantes se resisten al pago con tarjetas porque pierden hasta un 18 por ciento del margen de ganancia como consecuencia de la bonificación que se llevan los bancos. Gran parte de las estaciones de servicio descartan esta modalidad porque no disponen del colchón necesario para cobrar un mes más tarde Sólo algunas bocas que pertenecen a las petroleras ofrecen este servicio, aunque hoy por hoy cuesta encontrarlas.