El impuesto a los débitos y créditos bancarios es una de las condiciones de comercialización que más afecta a los expendedores de combustible atento que representa el 0,6 por ciento del total de cada operación bancaria. Será planteado como punto de discusión en una próxima reunión con YPF por considerar que no les corresponde.
Por decisión unilateral, tiempo atrás, los proveedores de combustibles dejaron de hacerse cargo del 0.6 por ciento del impuesto a los débitos y créditos bancarios por el depósito que las estaciones de servicio realizan en su cuenta corriente en concepto de pago del combustible que venden. Este gravamen, que representa no menos del 17 por ciento de la rentabilidad de los operadores, se refleja en un aporte al fisco de $20.000 mensuales.
Si bien Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) evaluó de manera positiva la última medida tomada por la gestión de Miguel Galuccio, que implica revaluar las garantías que las bocas de expendio ponen como respaldo para la compra de productos para terminar con el pago anticipado, señala que quedan cuestiones pendientes, entre ellas la negociación por el impuesto al cheque, hoy a cargo de la red.
Con este objetivo, el dirigente anticipa que “vamos a insistir” en discutir la necesidad de que la petrolera afronte este gravamen, tal como funcionaba años atrás, previamente al ingreso de Repsol en YPF. “Lo vamos a plantear con representantes de la compañía”, asegura, en una reunión que por el momento no tiene fecha prevista, pero que ya está en la agenda de tareas para los expendedores.
Los asesores legales de la Confederación sostienen que las estaciones de servicio al trabajar bajo el sistema de consignación en realidad ofrecen un producto que les es ajeno y que por lo tanto la petrolera es la responsable directa de los productos que vende y legalmente la propietaria, motivo por el cual debería responder al pago del tributo por el depósito en su cuenta corriente. No obstante esto, en la práctica la AFIP pretende que el operador se auto-retenga el impuesto y le ingrese ese monto al fisco.
El año pasado, antes de la expropiación de las acciones de Repsol, la mano derecha de Julio De Vido, Roberto Baratta, secretario de Coordinación y Gestión dijo explícitamente en una reunión que “la pretensión de YPF de que los operadores paguen el impuesto al cheque es una locura”. En ese momento, se comprometió a seguir el tema, pero no se realizaron más audiencias con el objetivo de analizarlo.
