Especialistas en energía no encuentran opciones para motivar el consumo. Podrían bajarse impuestos y así reducir el impacto de los aumentos de precios en los surtidores, pero consideran que no es una alternativa viable dadas las necesidades fiscales del Gobierno. ¿Están en riesgo las inversiones programadas en las refinerías?
En junio, la demanda de naftas y gasoil en las estaciones de servicio retrocedieron 4.2 por ciento respecto al mismo mes del año anterior y 1.2 por ciento durante el período enero-junio, según indica un estudio de la Secretaría de Energía al que tuvo acceso surtidores.com.ar.
Al respecto, Víctor Bronstein, Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys) explica que “el consumo de combustibles está íntimamente relacionado con la actividad económica y con los precios”. Son los dos factores que mueven la aguja.
Las subas en surtidor puntualiza que afectan principalmente a las variedades que insumen los vehículos particulares, como las naftas, no así a las de uso para transporte o el campo, sectores en los que se trata de insumos que se agregan “como costo”.
“El problema es que el costo de los combustibles está en todos los productos y por eso cuando aumentan mucho tiende a bajar la actividad económica”, sostiene Bronstein.
En estas condiciones ¿Cómo podrían reactivarse los despachos? El referente del Ceepys no encuentra muchas salidas que se puedan manejar en forma independientes por las compañías del sector. Considera que es efecto de una situación macro, por la menor producción de bienes y servicios en el país.
“Si bien se podría pensar en medidas que tiendan a reducir el valor de los combustibles, como bajar impuestos, esto traería muchos otros inconvenientes a la economía, así que las descarto”. Tampoco es una lógica que haya instrumentado el Gobierno Nacional en sus más de 10 años de administración.
A pesar del freno que atraviesa la actividad, Bronstein asegura que no se verán afectadas las obras de ampliación previstas por las refinerías locales. “La caída no ha sido tan abrupta y, por otra parte, las inversiones que las empresas petroleras planifican tienen un horizonte de mediano y largo plazo, por lo que esta baja en la demanda de combustibles, que podríamos considerarla coyuntural, no afecta sus planes de negocios”, analiza.
AXION energy, por caso, anunció mejoras en su planta de Campana, Buenos Aires, por 1.200 millones de dólares; YPF trabaja en la misma dirección; Oil Combustibles y Refinor encargaron estudios de factibilidad; Petrobras está en planes de adecuarse a las especificaciones técnicas. Respecto de Shell no se conocen proyectos.