La cita está prevista para este martes. ¿El motivo? El personal de las bocas de expendio anunció un cese de actividades durante el turno noche por tiempo indefinido en protesta a los hechos delictivos. Para evitar el reclamo, las autoridades se comprometieron a proponer medidas para reforzar la seguridad durante las horas de mayor riesgo
Los trabajadores de los puestos de ventas de combustible de Rosario analizan suspender el servicio durante la noche como una medida de prevención ante la creciente ola de robos. Con carácter de urgencia, exigen a la Municipalidad y al Gobierno de la provincia de Santa Fe que instrumenten un plan de acción integral que pueda garantizar la integridad física de los playeros.
Marcelo Herrero, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio, Garage y Afines de Rosario (CESGAR) indicó que la semana pasada solicitaron al Ministerio de Seguridad y representantes del municipio local la necesidad de buscar respuestas a los hechos delictivos. En respuesta al pedido, los funcionarios programaron una audiencia para este martes.
En otras oportunidades, empleados y dueños de los comercios manifestaron su preocupación al poder político pero no encontraron respuestas favorables. En su momento se planteó conectar las cámaras de vigilancia que disponen los establecimientos con el sistema de urgencias de la policía, conocido como 911, como así también incluir la instalación de botones de pánico y la programación de un plan para reforzar la presencia policial. Sin embargo, estas propuestas quedaron finalmente en promesas.
Por tratarse de una problemática social que excede al sector, Herrero reconoce que “no hay soluciones mágicas”. No obstante considera que “en principio no hay que descartar ninguna posibilidad de mejora”. En tanto, de cara a la audiencia los expendedores van con expectativas de que las autoridades ofrezcan alguna vía de solución.
Con respecto a la posibilidad de cerrar durante el turno nocturno, como advirtió el gremio días atrás, el dirigente explica que no es una alternativa viable porque las petroleras aclaran por contrato que los puestos de venta deben permanecer abiertos las 24 horas del día, sin excepciones. Además, esto significaría despidos y suspensiones.
Herrero admite que la cantidad de robos ha disminuido en el último tiempo, pero alerta que “lo que estamos observando es que son cada vez más violentos”.