La imposibilidad de hacer efectivos los depósitos para comprar combustibles por el paro de los empleados bancarios, podría hacer peligrar el abastecimiento de naftas y gasoil durante las fiestas. Los expendedores advirtieron a las petroleras de esta situación pero las empresas se mostraron inflexibles.
Una circunstancia adyacente a la actividad de los estacioneros podría complicar el abastecimiento de naftas y gasoil para las fiestas. Es que el paro que los empleados bancarios llevaron adelante el día de ayer impidió a los titulares de las estaciones de servicio efectivizar la compra de combustibles a tiempo y ahora deberán esperar a que las empresas flexibilicen las condiciones comerciales.
Desde hace algunos años la gestión de las petroleras respecto a la adquisición de productos es implacable. Ya no existe la financiación y el saldo debe estar siempre a su favor, de otra manera los camiones nunca llegarán a llenar los tanques. Incluso ante situaciones extremas, como en este caso.
Según refirieron desde una de las entidades que representan a los operadores, se planteó esta coyuntura ante las compañías que abastecen a los surtidores pero recibieron un mensaje poco tranquilizador como contestación: “Las cuentas deben estar en regla sino no hay combustibles”, fue la respuesta contundente que obtuvieron.
La preocupación de los expendedores se fundamenta en el gran consumo que se origina durante estos días, y más especialmente en las vísperas de fin de año ya que muchos optan por comenzar las vacaciones. Por tal razón exigieron la condescendencia de las empresas petroleras para evitar trastornos con los consumidores, tal como ocurriera el año pasado, cuando la escasez fue la gran protagonista del cierre del 2011.
Como sucede habitualmente para esta época las empresas planifican refuerzos en la logística fortaleciendo la distribución en los corredores turísticos, sobre todo en zonas de la costa bonaerense, las sierras cordobesas y Cuyo, regiones de gran caudal automovilístico.