La venta de combustibles todavía no encuentra la manera de acompañar el crecimiento del parque automotor. Tampoco su producción, aun muy distanciada del progreso de la demanda. En este contexto, el aumento de las importaciones aparece como la única solución a corto plazo.
Ante la dificultad de comprar dólares por la imposición del cepo cambiario, la adquisición de vehículos se presentó como una de las alternativas preferidas de los ahorristas. Según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), en julio los patentamientos crecieron 17.44 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, y 17.85 en comparación a 2011.
El boom del mercado sin embargo, no llegó a alcanzar a las estaciones de servicio en su plenitud, ya que las ventas aun están lejos de situarse en esos niveles. De acuerdo a datos oficiales provistos por la Secretaría de Energía, la demanda de naftas escaló en este lapso 9.60 por ciento.
La situación del gasoil es aun más desfavorable, ya que según la entidad que representa a los concesionarios, el ingreso al mercado de rodados pesados gasoleros se incrementó 55.6 por ciento en tanto que los comerciales livianos lo hicieron 27.1, mientras que la demanda al público retrocedió 1.4 por ciento.
En este contexto, la mayor intranquilidad pasa por el déficit de producción de subproductos, que en julio se replegó 1.5 por ciento, especialmente por la escasa refinación de diesel que cayó 5 puntos durante este período. Este escenario profundizó aun más la importación de hidrocarburos, una operatoria que hoy se presenta indispensable para atender el constante incremento del consumo.
Misiones fue la provincia que registró el salto más alto de patentamientos durante este ciclo, (30 por ciento) aunque su progreso en los despachos fue del 11. El mismo parámetro se repitió en las distintas regiones del país, a excepción de San Juan, la única región donde ingresaron menos vehículos que el año pasado pero que expandió la actividad en las estaciones de servicio.