Todavía está por debajo pero cada vez más próximo. También mejoró el margen de las petroleras que reciben el crudo a 80 dólares, 30 menos que lo que costaría traerlo desde afuera. Según opinan los especialistas, la dificultad de girar divisas al exterior promueve la integración vertical de las empresas.
La devaluación de la moneda provocó cambios drásticos en las estrategias que llevan adelante las empresas pertenecientes al mercado petrolero. Al depender de un insumo básico que cotiza en dólares como es el crudo, debieron rediseñar sus políticas de modo de sobrellevar la coyuntura sin padecer los daños colaterales que provocó la medida.
El aumento del precio de los combustibles en el surtidor fue una de las principales consecuencias de la depreciación del peso. La suba de más de un 20 por ciento desde que comenzó el año la sufren los consumidores pero la aprovechan las petroleras que compran hidrocarburos en el exterior a precios subsidiados.
Según explica el ex Secretario de Energía de la Nación, Daniel Montamat, “la cotización de la nafta al dólar oficial aun se ubica todavía por debajo de la paridad de importación, pero está muy cerca”. En este contexto, la situación contribuye a alivianarles el déficit que les genera esa operación.
El especialista apunta que en términos de rentabilidad, “también mejoró el margen aguas abajo porque el petróleo al dólar oficial lo reciben las empresas a 80 dólares el barril siendo que la paridad de importación marca 110”.
A diferencia de lo que ocurría en la década del 90, cuando las compañías podían girar libremente las utilidades a sus casas matrices, ahora les es una posibilidad vedada. “Shell ha hecho algunos intentos con problemas”, recuerda Montamat. Sin embargo advierte una nueva situación que se está promoviendo en el mercado: la integración vertical de las empresas.
El ex funcionario apunta a la negociación que llevó adelante el Grupo Bridas comprando Esso. “En este sentido pueden concebirse como posicionamientos estratégicos aguardando una mayor liberación futura del mercado cambiario y energético”, señala Montamat quien no descarta nuevas operaciones en esta dirección.