Las existencias de naftas y gasoil declaradas por las compañías petroleras aumentaron 18 por ciento en febrero respecto al mismo mes del año 2010. Lo atribuyen a la mayor actividad de las refinerías, situación que se potenció a partir de la vuelta de YPF a la órbita del Estado
El año 2010 estuvo signado por los faltantes de naftas y gasoil al punto que la escasez puso en peligro la cosecha en la zona núcleo del país. La gravedad de la situación era de tal magnitud que debió interceder hasta el entonces ministro de Agricultura, Julián Domínguez.
Las estaciones de servicio no eran ajenas a este escenario. Largas colas de autos se formaban frente a los surtidores para poder recargar sus tanques totalizando demoras de varias horas hasta cumplir su cometido.
Ese año YPF debió importar naftas por primera vez en décadas para responder a la demanda que crecía abruptamente agotando el stock disponible en las refinerías. El resto de las empresas ya imitaba esa operación desde hace tiempo: la producción nunca llegaba a satisfacer los requerimientos del consumo.
El tiempo agravó las condiciones de la industria hasta alcanzar en 2012 el punto máximo de inflexión que concluyó con la estatización de YPF. A partir de allí se modificó el contexto que impactaba con fuerza en la subsistencia de los expendedores: el abastecimiento se recuperó notablemente y ya no se registraron faltantes en los surtidores.
El envión que ofreció la nacionalización de la petrolera conjuntamente con algunos cambios que se produjeron en el mercado, tales como el ingreso de Oil y el traspaso de activos de Esso al Grupo Bridas, impulsaron la reactivación de la industria. Se realizaron inversiones y las refinerías pasaron a trabajar al tope de su capacidad, elevando así la disponibilidad de producto para responder a cualquier contingencia.
Según datos de la Secretaría de Energía, la existencia de naftas y gasoil alojada en los tanques de las principales empresas durante el mes de febrero sumaron 1.377 millones de litros, 208 más que tres años atrás. YPF es la poseedora del 73 por ciento del stock y Axion el 9, en tanto que el resto de las compañías se reparten el saldo de manera homogénea.
Para los especialistas, sin embargo, los números no reflejan una realidad tan alentadora. Explican que las reservas responden al retroceso de la demanda, fundamentalmente del campo y advierten además que serán insuficientes si se produce una reactivación. Lo cierto es que hoy la acumulación de producto resulta un recurso indispensable para garantizar el suministro especialmente luego del incendio de la planta de Ensenada, que volvió a funcionar al 14 por ciento de su capacidad y que tomará entre uno o dos meses alcanzar una producción diaria de 24.000 metros cúbicos equivalente al 80 por ciento de su máxima operatividad.
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