Sostienen que abarataría las importaciones de gasoil y mejoraría la balanza comercial. Varios países latinoamericanos avanzan en esta dirección pero en Argentina todavía no hay una fuerte decisión del Estado para acompañar este tipo de proyectos, a pesar de que las experiencias realizadas en el mundo han demostrado el éxito de este combustible.
Actualmente se importa aproximadamente el 25 por ciento del diesel que se consume en la plaza y un 40 por ciento del gas natural. El combustible líquido hoy es demandado principalmente por las empresas de transporte y del agro, mientras que el gas se prefiere para el servicio domiciliario, automotor y la industria. Este mix de productos que utiliza la economía es, directa o indirectamente, una decisión de la gestión de Gobierno.
Si bien en algún momento este esquema puede haber arrojado resultados positivos, lo cierto es que dadas las condiciones de producción de hidrocarburos que presenta nuestro país en la actualidad, por la expectativa del Shale Gas en Vaca Muerta, en el sector petrolero y automotriz se plantea un nuevo debate respecto de la matriz energética a utilizar en el futuro: ¿GNC o Gasoil?
Horacio Magraht, Secretario de la Cámara Argentina de Productores de Equipos Completos de Gas y Afines (CAPEC) asegura que “se necesita un plan del Estado para impulsar el uso de GNC en los camiones”. Admite no entender por qué se sostiene la utilización de gasoil en los rodados pesados cuando para importar se paga hasta 7 dólares más el millón de BTU –unidad de medida – que el Gas Natural Licuado. “Sería bueno para el país porque la balanza comercial que tenemos mejoraría bastante”, fundamenta.
De acuerdo a las estimaciones de especialistas de la industria el yacimiento Vaca Muerta presenta reservas de gas por más de 500 años, conforme a los niveles de consumo de hoy. Su explotación garantizaría en el mediano plazo precios bajos para el uso vehicular y suministro en las bocas de expendio.
Por otra parte, la infraestructura del GNC viene creciendo sostenidamente desde hace varias décadas. Gran parte de las estaciones de servicio en todo el país cuentan ya con surtidores de gas, salvo en las cuatro provincias que integran la región noreste – Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones – donde todavía no hay gasoductos, a pesar de los reiterados anuncios.
Se suman además las mejoras tecnológicas que alcanzaron los talleres de conversión. La venta de sistemas de quinta generación representa ya el 50 por ciento de las colocaciones en automóviles, prometiendo crecer más en los próximos años por la buena aprobación de los usuarios.