Las intensas lluvias producidas durante la semana pasada impactaron de manera negativa en los despachos de combustibles. ¿Cómo son las perspectivas de la actividad? Se suma la demora del comienzo del período de clases, fundamental para reactivar el negocio. Este año no fue necesario adicionar horas extras de personal.
Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco (CECACH) está preocupado por una nueva situación que se agregó la última semana a la notable merma de las entregas de naftas y gasoil que se observan en su zona desde hace tiempo. Tiene que ver con los efectos de las inundaciones en el centro del país.
“Por las lluvias, el flujo de provisión de combustibles desde la Provincia de Santa Fe hacia el Noreste tuvo que desplazarse hacia otras rutas menos comprometidas, demorando la reposición”, señaló. Esto afectó el suministro en establecimientos de varias marcas, también implicó menor movimiento de automóviles a los surtidores de la región.
En este contexto de incertidumbre, el dirigente espera con ansias que los docentes comiencen a recibir a los chicos en las aulas. “Es importante para nosotros porque tracciona el consumo en las ciudades y sobre todo en bocas de expendio más próximas a los centros educativos, derivando en una mayor cantidad de pedidos de productos”.
“Estimo que para el mes de abril de 2015 vamos a tener un panorama más claro sobre las consecuencias que registrarán las ventas totales, una vez que la Secretaría de Energía de la Nación recolecte los informes de datos mediante la Resolución 1104”, planteó De Paoli.
Otro resultado inesperado de las precipitaciones fue la diagramación de los turnos de trabajo. De Paoli asegura que “muchos operadores ajustaron los horarios con un ojo puesto en los reportes del Servicio Meteorológico”. Con los empleados de los tres turnos alcanzó para garantizar el servicio.
Contexto adverso para negociar salarios
En pocos días los expendedores se verán las caras con el gremio del sector para evaluar incrementos de bolsillo. El primer pedido de 2015 se conoció en Buenos Aires y fue un 45 por ciento. No hubo acuerdo con la Federación de Expendedores de Combustibles (FEC) pero es un primer indicio que da cuentas de lo que pretende el personal para el resto de las provincias.